Si hay algo que nuestro cuerpo nos dice a gritos (o en susurros, dependiendo del día) es que necesita ser tratado con amor y atención, ¡y vaya que las hormonas son expertas en dar esa pista! Integrar tu ciclo hormonal en tu rutina de ejercicios no es solo una moda pasajera, es una estrategia de autocuidado que potencia tu bienestar, mejora tu rendimiento y hasta realza ese glow natural que tanto te gusta lucir. En este artículo de Primor te contamos qué tipo de ejercicios debes hacer en función a tu momento hormonal.
¿Por qué es importante sincronizar tu entrenamiento con tus hormonas?
Nuestros niveles hormonales fluctúan a lo largo del mes y, con ellos, nuestra energía, resistencia y capacidad de recuperación. Olvídate de esa mentalidad “una talla para todas” y empieza a escuchar a tu cuerpo. Adaptar tu rutina significa entrenar de manera inteligente: no se trata de rendir más, sino de rendir mejor. Entre los beneficios destacan:
- Mejoras resultados: Aprovechas los picos de energía en determinadas fases para romper tus límites.
- Reduces el riesgo de lesiones: Respetar los momentos en que tu cuerpo pide calma te ayuda a evitar sobreentrenamientos.
- Mejoras el estado de ánimo: Cuando entrenas según tus hormonas, te sientes más conectada, motivada y, por qué no, más feliz.
- Optimizas la recuperación: Adaptar la intensidad y el tipo de ejercicio a cada fase favorece una recuperación más rápida y eficaz.
Qué tipo de ejercicios debes hacer en función a tu momento hormonal
Aunque cada cuerpo es un mundo, en líneas generales el ciclo hormonal se divide en cuatro fases:
1. Menstruación
Momento de recogimiento y autoregulación. Durante estos días, es normal que te sientas un poco más lenta o con ganas de quedarte en modo “piloto automático”. No es el mejor momento para entrenamientos intensos, pero eso no significa que debas renunciar al movimiento.
¿Qué hacer?
- Practica yoga, pilates o una caminata suave.
- Escucha a tu cuerpo y enfócate en ejercicios que promuevan la flexibilidad y relajación.
2. Fase folicular
La chispa de renovación y energía. Después de la menstruación, tu cuerpo se llena de energía. La producción de estrógenos comienza a elevarse, dándote un impulso natural para retomar entrenamientos más intensos.
¿Qué hacer?
- Incorpora entrenamientos de fuerza y cardio.
- Es el momento ideal para probar rutinas nuevas o intensificar aquellas que ya disfrutas.
3. Ovulación
El pico máximo de vitalidad. En esta fase, te sientes fuerte, segura y lista para conquistar el mundo (o, al menos, tu sesión de HIIT). La testosterona y el estrógeno están en su punto álgido, favoreciendo el rendimiento y la potencia muscular.
¿Qué hacer?
- Ejercicios explosivos, sprints o entrenamientos de alta intensidad.
- Aprovecha para superar tus propios límites y disfrutar de entrenamientos dinámicos.
4. Fase luteal
Tiempo de consolidación y preparación para el descanso. Después de la ovulación, es normal que empieces a sentirte un poco más cansada y sensible. Aunque aún puedes entrenar, la intensidad debe disminuir para favorecer la recuperación y el equilibrio.
¿Qué hacer?
- Opta por ejercicios de baja a moderada intensidad, como el cardio ligero o entrenamientos de resistencia con menor carga.
- Incorpora técnicas de relajación y estiramientos para calmar cuerpo y mente.
Integra tu rutina adaptada a tu día a día
Adaptar tu entrenamiento a tus hormonas no significa que tengas que reinventar tu rutina cada semana, sino que aprendas a ser flexible y a escuchar lo que tu cuerpo necesita en cada momento. Algunas ideas para lograrlo son:
• Planifica con anticipación: Lleva un registro de cómo te sientes en cada fase y ajusta tu calendario de entrenamientos en consecuencia.
• Sé indulgente contigo misma: No te castigues si en algunos días solo te apetece una sesión de estiramientos. Cada esfuerzo cuenta.
• Combina entrenamiento y autocuidado: Recuerda que la belleza empieza desde el interior. Una mente descansada y un cuerpo en sintonía se reflejan en una piel radiante y un bienestar general que se nota a simple vista.
Conclusión: Entrena con inteligencia y vive en armonía con tus hormonas
Adaptar tu rutina de ejercicios a tu momento hormonal es, en definitiva, una forma de honrar lo que tu cuerpo te dice cada día. No solo se trata de conseguir un rendimiento físico óptimo, sino de cuidar tu salud mental y emocional. Así que, la próxima vez que planifiques tu entrenamiento, pregúntate: “¿Cómo se siente mi cuerpo hoy?” y deja que esa respuesta guíe tu sesión.
Recuerda, la belleza y el bienestar son una danza sutil entre esfuerzo y autocuidado. ¡Entrena en sintonía con tus hormonas y presume de un glow que va de adentro hacia afuera!