El sangrado libre es algo de lo que cada vez escuchamos más hablar. Hay que tener en cuenta que hace no mucho tiempo, todo lo relacionado con la menstruación era más bien tabú. No hace mucho tiempo que veíamos todos los anuncios de compresas y tampones con líquido azul, en lugar de con sangre.
Sin embargo, cada vez son más las mujeres que conciencian sobre la importancia de mantener una buena relación con nuestro sangrado. Estar conectadas con nuestro cuerpo y nuestra sangre puede cambiar nuestra vida en muchos aspectos. En este caso vamos a ver qué es el sangrado libre, cómo hacerlo y sus beneficios.
¿Qué es el sangrado libre?
El sangrado libre no es otra cosa que lo que su propio nombre indica: el hecho de sangrar sin llevar compresas ni tampones, ni ningún otro elemento que recoja la sangre o la absorba.
Se trata de un método que pretende que recuperemos la conexión con nuestro cuerpo y la escucha de este. De este modo, se puede sentir el pulso del útero y las sensaciones que sentimos al expulsar la sangre de nuestro útero y en nuestra vagina. Hay algunas mujeres que llegan a saber cuándo van a sangrar y a poder tener esta íntima conexión con su cuerpo.
Otras son capaces de identificar sensaciones de presión o calor en el útero y tienen tiempo también para ir al baño y dejar salir la sangre, como si fueran a hacer pis. El cometido en este caso es incluso liberar el flujo de forma tan consciente que se elija el momento.
No obstante, otras mujeres no tienen este objetivo, sino todo lo contrario. Permitir que la sangre salga de su cuerpo cuando lo necesite y sentir ese flujo caer por sus piernas, sin preocuparse por manchar o sangrar. Se suele hacer en casa o en retiros o talleres de mujeres que giren en torno a esta temática.
Beneficios del sangrado libre
Y ahora vamos a ver cuáles son los beneficios de practicar el sangrado libre, ya que hay que tener en cuenta que son muchos los que se recogen de esta práctica que es sanadora y permite la reconexión femenina a varios niveles. Son estos:
- Comprensión del ciclo menstrual: al sentir los pulsos del útero y la vagina y observar el flujo que se derrama cada día del ciclo y cómo responde el cuerpo.
- Conexión con el cuerpo: a la máxima potencia, ya que se llega a controlar el modo en el que se sangra y a vivir de forma consciente con el sangrado
- Reconexión con la naturaleza femenina salvaje
- Sensación de libertad y naturalidad
- Ahorro de residuos y cuidado del medio ambiente
- Ahorro económico
- Mayor salud en los órganos sexuales femeninos, ya que se evita el uso de químicos y plásticos que contienen la mayoría de productos de higiene menstrual
- Reducción de problemas en la zona como irritaciones o infecciones, que algunas veces son causadas por la menor transpiración que permiten los productos de higiene menstrual, sobre todo lo que tienen más químicos y plásticos.
- Menor resequedad vaginal o síndrome de shock tóxico al evitar estos productos.
- Menos dolor e inflamación: que en muchos casos se da por los plásticos y materiales con los que están hechos los tampones y compresas.
- Más libertad de movimiento y, por ende, menor presión en el área pélvica disminuye los cólicos.
Cómo practicar el sangrado libre
Si no te atreves a practicar el sangrado libre de cero, es bueno que comiences a usar productos menstruales más naturales, como las compresas de tela o las bragas menstruales de materiales naturales como el algodón.
Una vez que te hayas acostumbrado a estos métodos, puedes pasar al sangrado libre en casa. Quizás te sientas más cómoda en lugares en los que no haya alfombras o el suelo se pueda limpiar bien, para no tener que preocuparte por esto.
En cuanto a lo que llevar puesto, si te confronta ir desnuda, puedes llevar una falda larga para practicar el sangrado libre.
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