Pocas cosas resultan tan molestas como esa sensación de tener la garganta cargada, la voz tomada y el pecho lleno de mucosidad que parece no terminar de salir. Las flemas son una de esas incomodidades tan comunes como inevitables. Aparecen con los resfriados, las alergias, los cambios de estación o incluso con la contaminación ambiental.
Pero ¿qué son exactamente? ¿Por qué aparecen? Y, sobre todo, ¿cómo podemos aliviarlas sin poner en riesgo la salud? Hoy, en el blog de Primor, te lo explicamos todo para que entiendas su función y sepas cómo eliminarlas de forma segura y eficaz.
Qué son las flemas y por qué aparecen
Las flemas son acumulaciones de mucosidad en las vías respiratorias, especialmente en la garganta, los bronquios o los pulmones. Están compuestas por agua, proteínas, células inmunitarias y mucinas (una sustancia pegajosa que atrapa partículas y microorganismos).
Lejos de ser algo negativo, las flemas son un mecanismo de defensa natural del cuerpo. Cuando inhalamos virus, bacterias o polvo, el sistema respiratorio produce más mucosidad para atrapar esos agentes y expulsarlos.
- ¿Sabías qué…? El cuerpo humano produce entre un litro y litro y medio de mucosidad al día, aunque normalmente no lo notamos porque se elimina de forma natural al tragar o al toser.
Cuáles son las causas más frecuentes
La presencia de flemas puede tener múltiples orígenes, aunque las más comunes son:
- Resfriados o gripes: los virus respiratorios son la causa más habitual. El cuerpo genera más moco para proteger los pulmones.
- Alergias: el polen, el polvo o los ácaros irritan las vías respiratorias, lo que provoca un aumento de mucosidad.
- Contaminación o tabaco: el humo y las partículas tóxicas inflaman las mucosas y aumentan la producción de flemas.
- Sinusitis o bronquitis: cuando la inflamación es más intensa o prolongada, las flemas pueden volverse más densas y persistentes.
- Reflujo gástrico: en algunos casos, los ácidos del estómago irritan la garganta, generando mucosidad como respuesta defensiva.
Qué significan los distintos colores de las flemas
El color puede dar pistas sobre el origen o el estado de la infección:
- Transparente: normal o leve irritación.
- Blanca: posible congestión o deshidratación.
- Amarilla: infección leve en proceso de curación.
- Verde: infección más intensa o prolongada (podría requerir revisión médica).
- Rojiza o con sangre: puede indicar irritación fuerte o daño en los capilares; conviene consultar con un especialista.
Importante: el color por sí solo no determina si es necesario un antibiótico. Solo un médico puede hacerlo tras evaluar los síntomas.
Cómo eliminar las flemas de forma segura y natural
Aunque la mayoría de las flemas desaparecen solas, existen algunos hábitos y remedios que pueden ayudarte a acelerar su eliminación y aliviar la incomodidad.
1/ Mantente bien hidratado
Beber agua, infusiones o caldos ayuda a fluidificar las secreciones, haciendo que las flemas sean menos densas y más fáciles de expulsar.
2/ Usa humidificadores
El aire seco agrava la congestión. Un humidificador o difusor con aceites esenciales (como eucalipto o menta) ayuda a mantener las vías respiratorias húmedas.
3/ Inhalaciones de vapor
Un clásico que nunca falla. Inclina el rostro sobre un recipiente con agua caliente, cúbrete con una toalla e inhala el vapor durante 5-10 minutos. Puedes añadir unas gotas de aceite esencial balsámico.
4/ Evita el tabaco y el alcohol
Ambos resecan e irritan las mucosas, dificultando la eliminación de las flemas.
5/ Haz lavados nasales
Los sprays de agua de mar o suero fisiológico limpian las vías respiratorias y reducen la producción de mucosidad.
6/ Descansa y duerme bien
El cuerpo se repara durante el sueño. Un descanso adecuado refuerza el sistema inmunitario y acelera la recuperación.
Cuándo consultar con un médico
Aunque las flemas suelen ser benignas, hay casos en los que conviene buscar atención médica:
- Si duran más de dos semanas.
- Si se acompañan de fiebre alta o dificultad para respirar.
- Si tienen un color verdoso intenso, mal olor o sangre.
- Si hay dolor torácico o silbidos al respirar.
