La nieve es magia. Hace que todo parezca más bonito, más silencioso, más de cuento. Pero, aunque la experiencia sea perfecta, tu cabello puede no pensar lo mismo. El frío extremo, el viento, la humedad del ambiente, la fricción de gorros y cascos… todo eso pasa factura.
En invierno, especialmente en la montaña, el cabello tiende a resecarse, quebrarse, encresparse y perder brillo, y el cuero cabelludo puede volverse más sensible. Por eso, si estás planeando un viaje a la nieve —o simplemente vives en una ciudad muy fría—, necesitas prepararte.
Hoy, en el blog de Primor, te contamos todos los trucos y productos imprescindibles para proteger tu cabello ante el frío y mantenerlo sano, bonito y fuerte durante toda la temporada.
Por qué la nieve afecta al cabello
La combinación de aire helado, humedad y viento provoca una pérdida acelerada de hidratación tanto en la fibra capilar como en la piel del cuero cabelludo. Además:
- Las temperaturas bajas vuelven el pelo más frágil.
- Los gorros y cascos generan fricción que rompe la fibra.
- La electricidad estática aumenta por el aire seco.
- El contraste térmico entre el exterior y los interiores calefactados debilita la cutícula.
La solución está en crear una rutina de protección completa, que cuide tanto la raíz como las puntas.
Cómo proteger mi cabello de la nieve
1/ Antes de salir: crea una barrera protectora
Antes de exponerte al frío, tu cabello necesita un “escudo” que lo proteja de la pérdida de humedad. Lo ideal es aplicar un aceite capilar ligero o un sérum nutritivo de medios a puntas.
Ingredientes clave:
- Argán
- Jojoba
- Coco
- Escualano
- Ceramidas
Estos aceites sellan la cutícula y evitan que la fibra se rompa con los cambios de temperatura.
- Tip: si te pones casco o gorro, aplica el producto cuando el pelo esté totalmente seco. La humedad atrapada puede irritar el cuero cabelludo.
2/ Usa gorros adecuados para evitar la fricción
No todos los gorros son iguales. Los materiales sintéticos pueden generar electricidad estática y romper el cabello. Opta por tejidos suaves como:
- Lana merina
- Algodón
- Tejidos térmicos suaves
Si quieres proteger aún más la fibra, utiliza una balaclava o gorro con forro de satén o seda, que evita el encrespamiento y reduce la fricción.
3/ Elige un champú suave e hidratante
En zonas frías, evita los champús agresivos o purificantes. Necesitas fórmulas que hidraten y respeten la barrera del cuero cabelludo.
- Tip: reduce los lavados y evita el agua muy caliente, que reseca aún más la fibra.
4/ Mascarillas nutritivas: tu salvavidas invernal
Si hay un producto que no te puede faltar en invierno, es una mascarilla nutritiva. Úsala 1–2 veces por semana para reponer los lípidos perdidos y devolver elasticidad. Déjala actuar el tiempo indicado y, si puedes, usa un gorro térmico para potenciar su efecto.
5/ No salgas con el pelo mojado, nunca
Parece un consejo de madre, pero es completamente cierto: el pelo mojado se congela y se rompe con facilidad cuando hace frío. Además, aumenta la irritación del cuero cabelludo.
Seca bien el cabello antes de salir, preferiblemente al aire o con el secador a temperatura media.
6/ Cuida el cuero cabelludo igualmente
Si notas picor, tirantez o descamación, incluye en tu rutina un tónico o sérum calmante para el cuero cabelludo. Ingredientes como pantenol, aloe vera, niacinamida o extractos de avena son perfectos para calmar e hidratar.
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