Las pantallas afectan mucho a los niños/as. Si la luz azul de las pantallas tiene consecuencias en la salud ocular de las personas adultas, tiene más aún en los/as niños/as. Los nuevos tiempos exigen en muchos casos el aprendizaje incluso a través de tecnología. Es importante que en un mundo como el que vivimos, se manejen estas tecnologías y dispositivos desde la infancia.
Sin embargo, las pantallas pueden ser dañinas para ellos/as y es importante que puedan entretenerse con otros medios como manualidades o juegos en grupo. Y es que es muy importante que socialicen también, porque con estas nuevas tecnologías, en muchos casos se encierran en sí mismos/as.
Afectan al desarrollo cognitivo
Sobre todo durante los primeros años de desarrollo, el uso de pantallas en niños/as afecta negativamente al desarrollo cognitivo. Durante los primeros años, es mejor que se den juegos en los que se interaccione y se pueda explorar.
Lo más recomendable es que durante los primeros años, se anime y acompañe a los/as niños/as a participar de juegos y desarrollo de habilidades con otros/as. A la vez, también es bueno que puedan explorar con relieves, texturas y objetos materiales para ir descubriendo el entorno en el que van creciendo y acrecentando su creatividad. También es recomendable que se vaya desarrollando después el pensamiento crítico a través de conversaciones, en lugar de entretener a los/as niños constantemente con pantallas.
Alteraciones en el sueño
Otro de los factores que puede afectar a los/as niños/as con el uso de pantallas son las alteraciones del sueño. Si bien suelen dormir sin problema a esas edades, la luz de las pantallas puede hacer que se desvelen, tengan problemas al conciliar el sueño o vean afectado el ciclo del sueño al inhibir la producción de melatonina, una hormona clave para el descanso.
Además de insomnio, esto puede provocar en ellos/as somnolencia diurna y, a largo plazo, problemas de salud mental y física debido a la falta de descanso y saturación de las pantallas.
Inconvenientes en los ámbitos emocional y social
Por otro lado, el hecho de que se abuse de las pantallas a edades tempranas, hace que puedan tener problemas a la hora de socializar después con otros/as niños/as. Lo más saludable es que se relacionen entre ellos, compartan sus emociones y así puedan empatizar e ir creciendo en comunidad.
El uso de pantallas hace que cada vez estén más apartados del ámbito social. Esto hace que, además de que les pueda afectar a la larga emocionalmente por no socializar, el hecho de consumir tecnología afecte su autoestima o autoconcepto por los contenidos a los que se puede acceder y que, en muchos casos, perfilan un mundo no real.
Afectan a la salud física
Además de todo lo que estamos viendo, las pantallas pueden traer consigo problemas de visión. Esto hace que los/as niños/as puedan sufrir de fatiga visual, sequedad ocular y, en algunos casos, incluso de miopía a medio y largo plazo.
Por otro lado, el hecho de que cada vez consuman más tecnología, hace que se de un sedentarismo nada natural ni saludable a esas edades. Esto puede afectar al desarrollo y a sistemas como el cardio vascular.
Riesgo de adicción
Otra de las cosas que suele suceder con la tecnología es que los/as niños/as se vuelven adictos/as a las pantallas. La capacidad de autorregulación que tienen no suele estar desarrollada del todo, por lo que no pueden percibir cuándo es suficiente y cuándo el uso de pantallas les está saturando, agotando o afectando emocionalmente.
Además, de nuevo esto puede ser una causa de que socialicen menos y tener implicaciones en las relaciones sociales y familiares.
Peligros con contenido adulto y ciberacoso
Es uno de los peligros de que usen pantallas. Para evitarlo, es crucial que se tengan estrategias de control y apoyo emocional si se llega a dar.