El invierno es una estación preciosa, pero también es una de las más agresivas para la piel… y sí, eso incluye el cuero cabelludo. Aunque a menudo lo olvidamos, esta zona es igual de sensible que el rostro: puede irritarse, resecarse, descamarse y generar molestias que van desde el picor hasta la tirantez.
Si notas que, con la llegada del frío, tu cuero cabelludo está más sensible, seco o reactivo, no estás sola. Hoy en el blog de Primor te explicamos cómo cuidar el cuero cabelludo en invierno para despedirte de la sequedad y recuperar el confort de forma definitiva.
Cómo cuidar el cuero cabelludo en invierno
1/ Cambia tu champú por uno más suave e hidratante
El primer paso para cuidar el cuero cabelludo en invierno es elegir un champú adecuado. Apuesta por fórmulas suaves, con tensioactivos respetuosos y activos hidratantes y calmantes.
Evita los champús muy purificantes o con sulfatos fuertes, que arrastran los aceites naturales y aumentan la sequedad. Tip: si tienes caspa o descamación, opta por un champú anticaspa suave, no agresivo.
2/ Reduce la frecuencia de lavado
Lavar el pelo todos los días puede empeorar la sequedad del cuero cabelludo. En invierno, lo ideal es lavarlo 2-3 veces por semana, dejando que los aceites naturales actúen como protección.
Si notas que el pelo pierde frescura entre lavados, puedes recurrir a un champú en seco suave, evitando aplicarlo directamente en el cuero cabelludo para no saturarlo.
3/ Elige agua templada (no caliente)
El agua caliente es uno de los grandes enemigos del cuero cabelludo en invierno: abre demasiado la cutícula, elimina lípidos y provoca más irritación.
Usa siempre agua templada para lavar y termina con un último enjuague ligeramente frío para sellar la fibra capilar.
4/ Añade un exfoliante capilar suave
La exfoliación del cuero cabelludo es un paso que solemos olvidar, pero ayuda a eliminar células muertas, mejorar la circulación y preparar la piel para absorber mejor los tratamientos.
Eso sí, debe ser muy suave y solo una vez cada 10-15 días. Busca exfoliantes con micropartículas delicadas o fórmulas químicas con ácido salicílico en baja concentración.
5/ Hidratación profunda con mascarillas o aceites
Para combatir la tirantez y nutrir en profundidad, incorpora mascarillas capilares y aceites ligeros que puedas aplicar desde medios a puntas sin saturar la raíz.
Si tienes el cuero cabelludo muy seco, masajea una pequeña cantidad de aceite específico en la raíz antes de lavar —como pretratamiento— para calmar la piel al instante.
6/ Seca el pelo con cuidado (y cuidado con el secador)
El secador puede irritar aún más el cuero cabelludo si lo usas muy caliente. Mantén una distancia de al menos 20-30 cm y elige temperaturas medias.
- Truco: evita dormir con el pelo mojado, ya que la humedad prolongada puede generar irritación o incluso favorecer hongos si el ambiente es frío.
7/ Controla la electricidad estática y los gorros
Las fibras sintéticas de gorros y bufandas pueden crear fricción y aumentar el picor. Opta por materiales más suaves como algodón o lana fina.
Si te molesta la electricidad estática, usa un spray hidratante capilar o una bruma ligera que la reduzca sin engrasar.
8/ Nutre tu cuero cabelludo desde dentro
La hidratación interna es clave: bebe agua y apuesta por alimentos ricos en omega 3, vitamina E y antioxidantes. Esto favorece la producción natural de sebo y fortalece la piel del cuero cabelludo.
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