El cuero cabelludo también sufre. Aunque muchas veces lo olvidamos, forma parte activa de nuestra piel y reacciona igual que el resto del cuerpo ante el estrés, los cambios de estación, la alimentación o los hábitos poco saludables. Si últimamente notas molestias, picores, irritación o más caída de cabello de lo habitual, es posible que estés ante un caso de cuero cabelludo estresado.
Este problema no es exclusivo de personas con patologías capilares. Le puede ocurrir a cualquiera, y cada vez es más común en personas jóvenes. La buena noticia: puedes prevenirlo, reconocerlo a tiempo y tratarlo de forma eficaz con productos adecuados y cambios sencillos en tu rutina de cuidado capilar.
¿Qué es un cuero cabelludo estresado?
Se trata de un estado inflamatorio del cuero cabelludo causado por un desequilibrio en su barrera protectora. Puede manifestarse como enrojecimiento, sensación de tirantez, picor constante, sequedad o exceso de grasa, descamación visible y, en muchos casos, caída del cabello más intensa de lo habitual.
No es una afección médica por sí sola, pero puede agravar otras como la dermatitis seborreica, la psoriasis o el efluvio telógeno si no se trata correctamente. “Muchas veces se asocia el picor o la irritación en el cuero cabelludo al uso de un producto, pero en realidad se trata de un desequilibrio causado por estrés. Es importante observar también otros síntomas como la caída de cabello o el enrojecimiento persistente”.
Principales causas
Un cuero cabelludo estresado puede deberse a múltiples factores, y lo habitual es que aparezcan combinados. Estos son los más comunes:
- Estrés emocional: ansiedad, insomnio o periodos de presión intensa pueden alterar el ciclo del cabello y afectar al cuero cabelludo.
- Lavado excesivo o inadecuado: usar productos demasiado agresivos, aplicar agua muy caliente o frotar con fuerza puede dañar la barrera hidrolipídica.
- Cambios hormonales: embarazo, posparto, menopausia o tratamientos médicos pueden desequilibrar la salud del cuero cabelludo.
- Contaminación y clima: el exceso de polución, frío o sol prolongado sin protección afecta directamente a esta zona.
- Dieta deficiente: una alimentación pobre en vitaminas del grupo B, hierro o zinc puede alterar el cuero cabelludo y la salud capilar.
¿Cómo puedes tratarlo?
El primer paso es reconocer los síntomas y adaptar tu rutina. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
1/ Elige productos suaves y calmantes
Champús sin sulfatos, con pH equilibrado y activos como aloe vera, pantenol o niacinamida son la mejor opción. Evita las fórmulas con alcohol o fragancias intensas.
2/ No laves el cabello todos los días
Salvo que tengas una indicación médica, intenta espaciar los lavados para permitir que el cuero cabelludo se recupere y mantenga su equilibrio natural.
3/ Incluye un tratamiento específico
Hay lociones, tónicos o sérums capilares formulados para calmar y restaurar el cuero cabelludo. Busca productos con ingredientes como ácido hialurónico, prebióticos, extracto de manzanilla o centella asiática.
4/ Exfolia el cuero cabelludo (sí, también necesita exfoliación)
Una vez a la semana, utiliza un exfoliante específico para eliminar impurezas, células muertas y residuos de producto. No uses exfoliantes corporales en esta zona.
5/ Revisa tu dieta y nivel de estrés
Aumenta la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes, vitamina B7 (biotina), ácidos grasos omega 3 y agua. Dormir bien y reducir el estrés también marcarán una diferencia real en tu salud capilar.
