Hay placeres que deberían durar para siempre. Como el primer sorbo de café por la mañana, un mensaje bonito a media tarde… o ese perfume que sientes tan tuyo que, cuando se acaba, parece que pierdes una parte de ti. Si te ha pasado —y sabemos que sí—, necesitas leer esto: tu perfume puede durarte mucho más si sabes cómo conservarlo.
Porque sí, los perfumes también caducan. No de un día para otro, pero si no los cuidas, su olor puede cambiar, oxidarse, volverse más débil o incluso desagradable. Y no hay nada más triste que un frasco precioso olvidado en un estante… oliendo a absolutamente nada.
Por eso, hoy en Primor te contamos cómo hacer que tus fragancias duren más tiempo como el primer día, con consejos de perfumistas expertos.
Trucos para conservar un perfume mejor
1/ Guárdalos lejos de la luz (sí, incluso si son bonitos)
Sabemos que los frascos de perfume son casi objetos decorativos. Que ese de Dior, ese de Narciso, ese de Jean Paul… quedan ideales sobre tu tocador. Pero la realidad es que la luz solar directa oxida el perfume. Es como dejar vino al sol: pierde calidad, cambia de color y aroma.
Lo mejor es guardarlos en un lugar oscuro y fresco, como un cajón o una caja cerrada. Si no puedes evitar dejarlos a la vista, que sea lejos de la ventana o bajo una balda protectora. Piensa en ellos como pequeños elixires delicados.
2/ Cuidado con el calor: ni radiadores ni baños húmedos
Otro enemigo silencioso: el calor. Muchas veces dejamos los perfumes en el baño, cerca del secador o de un radiador. Error. El calor altera la composición química de las fragancias, acelera su evaporación y puede hacer que huelan a rancio
Busca zonas frescas y estables, sin cambios bruscos de temperatura. Un armario del dormitorio o una estantería interna son lugares mucho mejores que el baño, por muy bien que quede todo junto al espejo.
3/ Mantén siempre el frasco bien cerrado
¿Has notado que algunos perfumes "se escapan" aunque no los uses? Eso pasa si no están bien cerrados. El oxígeno entra, el alcohol se evapora y el aroma se va debilitando poco a poco.
Asegúrate de que el tapón encaje perfectamente y evita abrirlos más de lo necesario. Y si es un perfume con vaporizador, nunca lo manipules ni lo rellenes con otro. Eso contamina la fórmula y arruina la magia.
4/ No agites el perfume (esto no es un cóctel)
Aunque parece un gesto inofensivo, agitar el perfume hace que se oxigene antes. Y eso puede provocar que se degrade más rápido. Si ves que hay pequeñas burbujas o un poco de separación, no te preocupes: es normal. Pero no lo agites. Solo pulveriza.
Y si eres de las que lleva el frasco en el bolso, opta por un formato mini o un vial recargable para evitar golpes y cambios de temperatura. En Primor tienes opciones súper monas y prácticas para llevar contigo.
5/ ¿Cómo saber si un perfume ya no está en buen estado?
Las señales son claras: el color cambia, se oscurece, el aroma se vuelve más ácido o pierde intensidad. Si al aplicarlo notas que huele raro en la piel, como si algo estuviera "pasado", probablemente ya ha comenzado a oxidarse.
Pero no todo está perdido: puedes usarlo como ambientador en cajones, en pañuelos, incluso como spray para las sábanas (si no te irrita). Y, si quieres reemplazarlo, Primor tiene esa joyita —sí, esa— con descuento esperando a que vuelvas.
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