El desodorante es uno de esos productos que todos usamos casi a diario sin cuestionarnos demasiado cómo. Basta con abrir el envase, aplicar un par de pasadas y listo. Sin embargo, la manera en que lo usamos marca una gran diferencia, no solo en términos de eficacia, sino también para la salud de nuestra piel y el equilibrio de nuestro cuerpo. Usar mal el desodorante puede provocar irritación, manchas, sudoración excesiva y hasta malos olores inesperados, aunque parezca paradójico.
Aunque a simple vista un desodorante es solo un cosmético que combate el mal olor, su función real es mucho más compleja. La mayoría de estos productos combinan agentes antibacterianos, alcohol, fragancias y, en algunos casos, sales de aluminio para controlar la transpiración. Cada uno de estos componentes puede tener un efecto directo en la piel y en la microbiota de las axilas, y si no se aplican correctamente, pueden alterar ese equilibrio natural.
Qué consecuencias tiene un mal uso del desodorante
Consecuencia 1: irritación e inflamación de la piel
Aplicar el desodorante sobre la piel recién depilada o sobre axilas húmedas puede provocar enrojecimiento, picor y sensación de quemazón. El alcohol y ciertos conservantes presentes en la mayoría de desodorantes potencian esta irritación, sobre todo si se combinan con el roce de la ropa o con fragancias fuertes. Incluso el tipo de formato que uses —spray, roll-on o barra— puede influir en la intensidad de la irritación: los sprays pueden generar mayor sequedad, mientras que las barras densas pueden dejar residuos que atrapan bacterias y provocan inflamación.
Para evitarlo, lo ideal es aplicar el desodorante sobre la piel limpia y completamente seca, y esperar unos minutos antes de vestirse para que los activos se absorban correctamente. Además, alternar entre diferentes tipos de desodorante o elegir fórmulas más suaves, sin alcohol ni fragancias agresivas, puede ayudar a mantener la piel sana y libre de irritaciones.
Consecuencia 2: manchas en la piel y la ropa
Un uso incorrecto del desodorante también puede generar manchas amarillas en la ropa o incluso en la propia piel. Esto ocurre cuando los residuos de aluminio reaccionan con el sudor, creando ese efecto tan antiestético. Además, aplicar demasiado producto pensando que así durará más tiempo puede ser contraproducente: la acumulación de químicos puede intensificar la decoloración de la tela y la irritación cutánea.
El consejo es usar la cantidad justa y elegir productos formulados para minimizar manchas, especialmente si tu ropa es blanca o de colores claros. Otra recomendación útil es dejar que el desodorante se seque completamente antes de ponerte la camiseta, evitando así el contacto directo con la tela húmeda.
Consecuencia 3: eficacia reducida y mal olor
Sí, es paradójico: usar mal el desodorante puede hacer que huela peor. Aplicarlo sobre piel sucia o después de la transpiración intensa puede impedir que los agentes antibacterianos actúen correctamente, dejando que las bacterias responsables del mal olor sigan proliferando. Además, algunas personas cometen el error de aplicar el producto solo por la mañana, sin considerar que la transpiración durante el día puede requerir reaplicación, sobre todo en climas cálidos o tras la actividad física.
Para evitarlo, la higiene diaria es clave: lava bien las axilas con un jabón suave antes de aplicar desodorante. Y si vas a entrenar o a estar expuesta a calor intenso, lleva contigo una versión de bolsillo para refrescar la zona. Esto garantiza que los activos funcionen correctamente y que la piel se mantenga protegida.
Consecuencia 4: alteración de la microbiota de las axilas
Las axilas tienen su propia microbiota, un ecosistema de bacterias que, en equilibrio, ayuda a regular el olor corporal. Usar desodorante de manera excesiva o con productos demasiado agresivos puede alterar esta microbiota, provocando desequilibrios y empeorando la situación. De hecho, algunas investigaciones sugieren que alternar entre desodorantes y antitranspirantes suaves o naturales puede ayudar a mantener la piel equilibrada, sin afectar la protección frente al mal olor.
Ad Category: Higiene personal
