La Rhodiola rosea es una planta adaptógena. Es decir, ayuda al cuerpo a adaptarse mejor al estrés físico y mental. Aunque no es nueva —se ha utilizado durante siglos en zonas frías como Siberia o Escandinavia—, en los últimos años ha ganado presencia en suplementos alimenticios por sus beneficios sobre la energía, el ánimo y la concentración.
Si has oído hablar de ella pero no sabes exactamente qué hace o cómo tomarla, en este artículo de Primor te explicamos una guía clara y útil para entender su uso, sus propiedades y lo que debes tener en cuenta antes de incorporarla a tu rutina.
¿Qué es la Rhodiola rosea?
Es una planta perenne que crece en climas fríos, especialmente en zonas montañosas de Europa y Asia. Se utiliza principalmente la raíz, que contiene compuestos activos como la rosavina y el salidrósido. Estos componentes son los que aportan sus efectos beneficiosos.
Pertenece a la familia de las plantas adaptógenas, un grupo de hierbas que ayudan al cuerpo a regular mejor las respuestas frente al estrés, la fatiga y otros desequilibrios del sistema nervioso.
¿Para qué se utiliza?
Los usos más frecuentes de la Rhodiola rosea son:
1/ Combatir el cansancio físico y mental
Está indicada en momentos de mucho desgaste, cuando la energía baja y cuesta concentrarse. Ayuda a reducir la fatiga sin provocar nerviosismo, a diferencia de la cafeína.
2/ Mejorar el rendimiento cognitivo
Se ha relacionado con una mejor concentración, memoria y claridad mental, especialmente en personas sometidas a estrés o con muchas tareas diarias.
3/ Regular el estrés y el ánimo
La Rhodiola puede reducir los síntomas del estrés leve o moderado, incluyendo la ansiedad leve o el bajo estado de ánimo. No sustituye un tratamiento médico, pero puede complementar otras estrategias de autocuidado.
4/ Apoyar el rendimiento físico
También se usa como apoyo en entrenamientos o rutinas de ejercicio exigentes. Mejora la resistencia y acelera la recuperación muscular, según algunos estudios preliminares.
¿Quién puede tomarla?
Está recomendada para:
- Personas con estrés sostenido o mentalmente agotadas
- Estudiantes en época de exámenes
- Adultos que trabajan muchas horas seguidas
- Quienes hacen ejercicio intenso y quieren mejorar el rendimiento
- Personas con fatiga puntual o falta de energía generalizada
No está indicada para menores de edad, embarazadas o personas que tomen medicación sin consultar antes con un profesional de salud.
Cómo se toma
Se encuentra habitualmente en:
- Cápsulas o comprimidos
- Polvo para disolver
- Combinada con otros adaptógenos (como ashwagandha o ginseng)
La dosis varía según el formato, pero suele oscilar entre 200 mg y 400 mg al día. Lo más habitual es tomarla por la mañana o al inicio de la jornada, ya que puede tener un efecto estimulante leve.
Posibles efectos secundarios y contraindicaciones
Aunque se tolera bien, en algunos casos puede causar:
- Ligera agitación o nerviosismo (si se toma en exceso)
- Dolor de cabeza puntual
- Insomnio si se consume por la noche
No se recomienda su uso continuado sin pausas. Lo ideal es tomarla por ciclos: uno o dos meses sí, uno de descanso.
Ad Category: Acido Hialurónico
