Hueles una fragancia y algo se activa en ti. A veces es un recuerdo. A veces es una emoción. Pero lo que probablemente no sepas es que detrás de esa pequeña joya embotellada —ya sea floral, amaderada o gourmand— hay todo un universo de arte, ciencia y sensibilidad.
Elaborar un perfume no es simplemente mezclar notas que huelen bien. Es un proceso meticuloso, poético y casi mágico, en el que intervienen perfumistas (también conocidos como narices), químicos, botánicos, diseñadores y un largo etcétera. Un verdadero ritual que puede tardar meses o incluso años en completarse.
Y como en Primor no solo nos encanta llevar perfume, sino también entenderlo, hoy te contamos todos los pasos que se dan en la elaboración de una fragancia.
Pasos de la elaboración de perfumes
1/ La inspiración: todo empieza con una historia
Antes de una gota, hay una idea. La creación de un perfume comienza con un concepto: una emoción, un lugar, una persona o incluso una estación del año. Puede partir de un briefing (cuando una marca quiere una fragancia específica) o de una visión personal del perfumista.
Es aquí donde se define si será floral, oriental, cítrica, amaderada… Si evocará el verano, la nostalgia o el misterio. Todo empieza con la pregunta: ¿a qué debe oler esta historia?
2/ La selección de materias primas
Una vez definido el concepto, llega el momento de elegir los ingredientes. Y aquí la paleta del perfumista es infinita: flores, maderas, resinas, frutas, especias, notas sintéticas, almizcles, raíces… Cada una con una función específica.
Muchos perfumes utilizan ingredientes naturales (como el jazmín, la rosa o la bergamota) combinados con moléculas sintéticas que aportan estabilidad o matices imposibles de conseguir en la naturaleza.
3/ La composición: nace el acorde principal
Aquí es donde el talento del perfumista brilla. Como un músico que compone una melodía, el creador del perfume mezcla pequeñas cantidades de ingredientes para lograr un acorde único.
Esta fase se llama modulación: se prueban cientos de combinaciones hasta dar con la fórmula deseada. Puede haber hasta 100 ensayos hasta lograr el equilibrio perfecto entre nota de salida, corazón y fondo.
Ya sabemos que te sabes la composición de un perfume de memoria, pero te la recordamos:
- La nota de salida es lo primero que hueles (cítricos, frutas).
- La nota de corazón es el alma del perfume (flores, especias).
- La nota de fondo es lo que permanece en la piel (maderas, vainilla, almizcle).
4/ La maceración: como el buen vino, el perfume también necesita reposo
Una vez se aprueba la fórmula, se produce en mayor cantidad. Pero no se embotella enseguida. Primero, el perfume se macerará durante varias semanas, a veces meses. Durante este tiempo, los ingredientes se integran y evolucionan dentro del alcohol para conseguir una mezcla estable y armónica.
Es una fase crucial: de aquí dependerá su proyección, fijación y cómo evoluciona en tu piel.
5/ El filtrado, embotellado y presentación final
Tras la maceración, el perfume se filtra para eliminar impurezas, y solo entonces se embotella. Y aquí empieza la parte más visual: el frasco, el tapón, la etiqueta, el packaging.
Un perfume no solo huele bien: también se ve, se toca y se regala. Por eso, las casas perfumistas cuidan cada detalle como si fuera una obra de arte.
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