La piel de las axilas es una de las más sensibles del cuerpo. Está expuesta al roce constante, a la humedad, al sudor, a productos agresivos y al afeitado. Por eso, no es raro que en algún momento aparezca picor, enrojecimiento o molestias.
Aunque suele ser algo puntual, hay casos en los que se repite con frecuencia o empeora con el tiempo. Y si te ha pasado, sabes lo incómodo que puede ser. En este artículo de Primor repasamos las causas más comunes del picor en las axilas y cómo puedes solucionarlo, paso a paso.
Causas del picor en las axilas
1/ Desodorantes o antitranspirantes irritantes
Muchos productos contienen alcohol, fragancias o sales de aluminio que pueden provocar reacciones en la piel sensible. Especialmente si te los aplicas justo después de depilarte o afeitarte.
2/ Depilación agresiva o mal hecha
Usar cuchillas en seco, cera caliente sin cuidado o no hidratar la zona después de depilar puede dañar la barrera cutánea. Esto provoca pequeñas heridas, sequedad o pelos encarnados que generan picor.
3/ Sudoración excesiva
El sudor constante crea un entorno húmedo que favorece la irritación y la proliferación de bacterias o levaduras. Si la piel no respira o no se seca bien, se inflama.
4/ Ropa ajustada o tejidos sintéticos
Los tejidos como el poliéster, si están en contacto directo durante muchas horas, pueden aumentar la fricción y el calor. Resultado: picores, rojeces y piel alterada.
5/ Dermatitis o alergias de contacto
Algunos perfumes, detergentes o suavizantes pueden provocar una reacción alérgica localizada. Si notas picor tras ponerte cierta ropa o tras aplicar un producto nuevo, puede haber una sensibilidad detrás.
6/ Infecciones cutáneas (hongos o bacterias)
Las axilas son una zona de pliegue. Si hay exceso de humedad o mala ventilación, puede desarrollarse una infección leve. En esos casos, el picor suele ir acompañado de mal olor o manchas en la piel.
Qué hacer para solucionarlo
1/ Deja de usar el producto que crees que lo causa
Si el picor apareció tras usar un desodorante nuevo, lo más sensato es dejar de aplicarlo unos días. Observa si la piel mejora. Lo mismo si cambiaste de detergente o de gel de ducha.
2/ Higiene suave y sin perfumes
Usa limpiadores sin jabón, específicos para piel sensible. Evita esponjas duras o frotar demasiado. El objetivo es calmar, no irritar más.
3/ Hidrata la zona después de la ducha
Opta por cremas sin alcohol, sin fragancias y con ingredientes calmantes como aloe vera, pantenol o avena. Aplícalo con la piel seca y limpia.
4/ No te depiles si la piel está irritada
Espera a que la zona se recupere antes de volver a afeitar o aplicar cera. Y cuando lo hagas, usa cuchillas nuevas, gel de afeitado y termina con una crema calmante.
5/ Airea la zona y usa ropa de algodón
Durante unos días, evita prendas ajustadas o de tejidos sintéticos. Elige ropa holgada, de algodón y transpirable.
Cuándo consultar con un dermatólogo
Si el picor no mejora en una semana, si aparece descamación, ampollas, heridas o si la zona huele diferente a lo habitual, consulta con un profesional. Podría tratarse de una infección o una dermatitis que requiere tratamiento específico.
