La manzanilla es una de las plantas más conocidas y utilizadas en todo el mundo, tanto en infusiones como en cosmética. Su fama no es casual: desde la antigüedad se ha valorado por sus propiedades calmantes, digestivas y antiinflamatorias, que hoy continúan respaldadas por estudios científicos. En este artículo de Primor te contamos qué es la manzanilla, sus principales beneficios y cómo incorporarla a tu vida diaria, con las recomendaciones de nuestros expertos.
La manzanilla pertenece a la familia de las Asteráceas y existen varias especies, siendo la más utilizada para infusiones la Chamomilla recutita. Sus flores secas contienen compuestos activos como flavonoides, aceites esenciales y antioxidantes, que le confieren sus efectos terapéuticos y cosméticos. Desde aliviar molestias digestivas hasta calmar la piel irritada, la manzanilla es un recurso natural versátil y accesible.
Qué es la manzanilla
La manzanilla es una planta herbácea anual que crece en regiones templadas y es conocida por sus flores pequeñas, de pétalos blancos y centro amarillo. Sus principios activos incluyen flavonoides, cumarinas y aceites esenciales como el bisabolol, que le proporcionan propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y calmantes.
“La manzanilla es un aliado natural tanto para la salud digestiva como para el cuidado de la piel. Sus componentes activos tienen efectos suaves pero efectivos, ideales para uso cotidiano”, nos explican nuestros expertos.
Beneficios de la manzanilla
“La manzanilla es un remedio suave pero potente. Es perfecta para quienes buscan alternativas naturales para la digestión, el sueño o el cuidado de la piel sin recurrir a productos químicos agresivos”.
- Propiedades digestivas. La manzanilla ayuda a aliviar molestias estomacales, cólicos y digestiones pesadas. Su acción relajante sobre el tracto gastrointestinal contribuye a reducir inflamación y gases.
- Efecto calmante y relajante. Beber una infusión de manzanilla antes de dormir puede favorecer la relajación y mejorar la calidad del sueño.
- Propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Gracias a los flavonoides y aceites esenciales, la manzanilla combate la inflamación y protege las células del daño oxidativo, contribuyendo a la salud general del organismo.
- Cuidado de la piel. Su aplicación tópica en cremas, aceites o compresas ayuda a calmar irritaciones, quemaduras leves, inflamaciones y rojeces.
Cómo incorporar la manzanilla
- Infusiones: una de las formas más populares y efectivas. Basta con añadir una cucharadita de flores secas a agua caliente durante 5-10 minutos.
- Cosmética: presente en tónicos, cremas y aceites calmantes. También se puede aplicar como compresa para calmar irritaciones o inflamaciones cutáneas.
- Suplementos: en cápsulas o extractos líquidos, especialmente indicados para digestión y ansiedad leves.
De hecho, “la manzanilla puede consumirse de forma diaria y segura. Es ideal incorporarla en infusiones tras comidas o por la noche para potenciar su efecto calmante”.
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