La lisina es un aminoácido esencial que cumple funciones fundamentales en el organismo. Se considera “esencial” porque el cuerpo humano no puede sintetizarlo por sí mismo, por lo que debe obtenerse a través de la dieta o suplementos. Forma parte de las proteínas estructurales y está implicada en la regeneración de tejidos, el crecimiento, el sistema inmune y la absorción de otros nutrientes clave como el calcio.
A continuación, te explicamos en este artículo de Primor qué es la lisina, cuáles son sus propiedades, beneficios, y en qué casos puede ser útil aumentar su consumo.
¿Qué es la lisina?
La lisina (también conocida como L-lisina en su forma activa) es uno de los nueve aminoácidos esenciales. Es fundamental para la síntesis de proteínas, la producción de colágeno y enzimas, y para múltiples procesos metabólicos.
Está presente en alimentos ricos en proteínas animales y, en menor proporción, en fuentes vegetales. Es especialmente relevante para personas en etapas de crecimiento, recuperación física o situaciones que comprometan el sistema inmune.
Principales funciones de la lisina en el organismo
- Formación y reparación de tejidos
- Producción de colágeno y elastina
- Apoyo al sistema inmunológico
- Absorción del calcio en los huesos
- Intervención en la producción de hormonas y enzimas
- Ayuda en la prevención del herpes simple tipo 1 (labial)
Beneficios de la lisina
1/ Apoyo al sistema inmune
La lisina interviene en la producción de anticuerpos y células inmunitarias. Mantener niveles adecuados de este aminoácido puede mejorar la respuesta del organismo frente a infecciones, especialmente virales.
2/ Prevención y control del herpes labial
Uno de los usos más conocidos de la lisina es su papel en el control del virus del herpes simple tipo 1. Diversos estudios han demostrado que puede reducir la frecuencia y severidad de los brotes. Se utiliza tanto en suplementos orales como en cremas o bálsamos labiales.
3/ Mejora la absorción del calcio
La lisina facilita el transporte de calcio en el cuerpo, lo que puede contribuir a fortalecer los huesos y prevenir problemas de densidad ósea, como la osteoporosis, sobre todo si se combina con vitamina D.
4/ Favorece la regeneración muscular
Es importante para la síntesis de proteínas musculares y la reparación de tejidos tras el ejercicio físico o lesiones. Por eso es un aminoácido clave en dietas deportivas o en procesos de rehabilitación.
5/ Contribuye a la producción de colágeno
El colágeno es una proteína estructural necesaria para mantener la salud de la piel, articulaciones y tejidos conectivos. La lisina es indispensable para su producción adecuada.
Alimentos ricos en lisina
Se encuentra principalmente en:
- Carnes magras (pollo, pavo, cerdo, ternera)
- Pescados (atún, bacalao, salmón)
- Huevos
- Lácteos (queso, leche, yogur)
- Legumbres (lentejas, garbanzos, soja)
- Quinoa y amaranto
- Frutos secos como almendras y anacardos
Las dietas basadas en vegetales pueden ser más bajas en lisina, por lo que conviene combinarlas adecuadamente para evitar déficits.
¿Cuándo se recomienda tomar suplementos de lisina?
El suplemento de lisina puede ser útil en los siguientes casos:
- Personas propensas a infecciones por herpes
- Dietas vegetarianas o veganas estrictas
- Personas con déficit proteico
- Deportistas con alta demanda muscular
- Situaciones de estrés físico prolongado
- Envejecimiento con pérdida de masa muscular o de colágeno
Las dosis suelen oscilar entre 500 mg y 3.000 mg diarios, según el objetivo. Siempre debe consultarse con un profesional antes de iniciar una suplementación prolongada.
¿Tiene efectos secundarios?
La lisina es segura en las dosis recomendadas. En casos puntuales y con dosis muy altas, puede causar molestias digestivas leves como náuseas o diarrea. No se recomienda su uso en personas con insuficiencia renal sin supervisión médica.
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