El jengibre es uno de esos ingredientes que ha pasado de la cocina al mundo del bienestar con razón. Se utiliza desde hace siglos por sus beneficios para la digestión, la inflamación y las defensas. Hoy, lo encuentras en infusiones, cápsulas, zumos y hasta en cosmética.
Pero antes de incorporarlo a tu rutina diaria, conviene conocer bien qué hace, cómo se toma y en qué casos hay que tener precaución. En este artículo de Primor te dejamos toda la información que necesitas.
¿Qué es el jengibre?
El jengibre (Zingiber officinale) es una raíz, o rizoma, originaria del sudeste asiático. Se usa en gastronomía por su sabor picante y aroma intenso, pero también es una de las plantas medicinales más estudiadas por sus efectos sobre la salud.
Su principio activo principal es el gingerol, una sustancia con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. También contiene aceites esenciales, vitaminas y minerales.
Propiedades más importantes del jengibre
1/ Mejora la digestión
Es probablemente el beneficio más conocido. El jengibre estimula la producción de enzimas digestivas, ayuda a evitar la hinchazón y reduce los gases. También se ha usado tradicionalmente para prevenir náuseas, incluidas las del embarazo o los mareos por movimiento.
2/ Reduce la inflamación
El gingerol y otros compuestos del jengibre tienen efecto antiinflamatorio. Puede ayudar a personas con molestias articulares leves, dolor muscular o inflamaciones digestivas. No sustituye un tratamiento médico, pero puede complementar.
3/ Alivia el dolor de garganta y la tos
En forma de infusión o extracto, el jengibre tiene un ligero efecto antiséptico. Puede aliviar la irritación de garganta y contribuir a fluidificar la mucosidad en resfriados leves. Por eso, es común encontrarlo en jarabes naturales o caramelos balsámicos.
4/ Contribuye a mejorar la circulación
El jengibre ayuda a estimular la circulación sanguínea. Se ha estudiado también su efecto sobre la regulación de la presión arterial y el perfil lipídico, aunque siempre como complemento y no como sustituto de ningún fármaco.
5/ Potencial efecto antioxidante
Tiene capacidad para neutralizar radicales libres. Esto significa que ayuda a proteger las células del envejecimiento prematuro y del daño oxidativo, especialmente si se toma de forma regular y en dosis adecuadas.
¿Cómo tomar jengibre?
- Fresco: en rodajas finas, en infusión o rallado en platos.
- En polvo: para cocinar o preparar bebidas calientes.
- En cápsulas: concentrado, ideal si quieres un efecto más directo.
- En zumos, shots o jarabes: combinados con limón, cúrcuma o miel.
Dosis habitual: entre 1 y 2 gramos al día de polvo seco, o 10-20 gramos si es fresco. En suplementos, sigue la indicación del envase o consulta con un profesional.
Contraindicaciones del jengibre
Aunque es seguro para la mayoría de las personas, hay situaciones donde conviene limitar o evitar su uso:
- Problemas de coagulación: puede tener un leve efecto anticoagulante. Si tomas medicación como warfarina, consulta antes.
- Embarazo: aunque puede usarse para las náuseas, mejor con indicación médica y en dosis bajas.
- Presión baja: puede potenciar el efecto de medicamentos hipotensores.
- Gastritis o úlceras: en exceso puede irritar mucosas si hay sensibilidad previa.
- Cirugías: se recomienda dejar de tomarlo unos días antes por su efecto sobre la coagulación.
¿Tiene efectos secundarios?
En dosis normales, es bien tolerado. Pero si tomas mucho, puedes notar:
- Acidez o molestias estomacales
- Boca seca o picor
- Diarrea leve
- La clave está en no pasarse. Más no es mejor.
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