Los comedones son uno de los problemas cutáneos más frecuentes. Aunque no siempre se asocian con acné severo, sí son un signo de desequilibrio en la piel. Aparecen en el rostro, sobre todo en la zona T, y tienen solución si se tratan de forma constante y con los productos adecuados.
Si te preguntas qué son exactamente los comedones, por qué salen y cómo eliminarlos sin dañar tu piel, sigue leyendo. Aquí tienes una guía directa, útil y sin complicaciones.
¿Qué son los comedones?
Los comedones son poros obstruidos. Se producen cuando una mezcla de sebo, células muertas y suciedad queda atrapada en la superficie de la piel. Esta obstrucción puede cerrarse o mantenerse abierta, y según eso, se clasifican en dos tipos:
- Comedones abiertos (puntos negros): el poro está abierto y el contenido se oxida al contacto con el aire, por eso toma un color oscuro.
- Comedones cerrados (puntos blancos): el poro permanece cerrado por una capa fina de piel. No se oxida, por lo que mantiene un aspecto más blanquecino.
Ambos son una forma leve de acné y pueden evolucionar si no se tratan bien.
¿Por qué aparecen?
Los comedones no aparecen por un solo motivo. Su origen suele ser multifactorial:
- Exceso de sebo: típico de pieles mixtas o grasas.
- Acumulación de células muertas: si no exfolias la piel, el poro se bloquea.
- Uso de productos comedogénicos: maquillajes o cremas que tapan el poro.
- Cambios hormonales: durante la adolescencia, el ciclo menstrual o periodos de estrés.
- Higiene incorrecta: no retirar bien el maquillaje o tocarse la cara con las manos sucias.
¿Cómo podemos deshacernos de ellos?
1/ Limpieza diaria adecuada
Utiliza un limpiador facial suave, con activos seborreguladores pero no agresivos. Evita jabones que resequen en exceso, porque pueden provocar efecto rebote. Limpia el rostro por la mañana y por la noche.
2/ Exfoliación química regular
Los exfoliantes con ácido salicílico (BHA) son los más eficaces para desobstruir poros. Penetran dentro del poro, disuelven el sebo acumulado y previenen nuevos comedones. Usa 2-3 veces por semana, según tolerancia.
- Otros ácidos útiles: ácido glicólico o ácido láctico (AHA), que eliminan células muertas en la superficie.
3/ No manipularlos
Evita apretarlos. Puede parecer que los eliminas, pero puedes dañar la piel, causar inflamación o dejar marcas. Si necesitas extracción, acude a una limpieza facial profesional.
4/ Hidratación no comedogénica
Incluso la piel grasa necesita hidratación. Elige cremas ligeras, oil-free y con ingredientes que no tapen los poros. El ácido hialurónico o la niacinamida son opciones seguras.
5/ Mascarillas purificantes
Las mascarillas con arcilla, carbón activo o azufre ayudan a absorber el exceso de sebo y limpiar los poros. Úsalas 1 o 2 veces por semana en zonas específicas.
6/ Protección solar
La exposición al sol sin protección puede espesar la piel y favorecer la obstrucción de poros. Usa un protector solar ligero, no comedogénico, todos los días.
¿Cuánto tiempo se tarda en ver resultados?
La constancia es clave. La piel necesita al menos 4 a 6 semanas para renovar su capa superficial. Si mantienes una rutina adecuada y evitas errores comunes, notarás mejora progresiva en textura, brillo y reducción de comedones.
¿Cuándo consultar a un dermatólogo?
- Si los comedones se acompañan de inflamación o granos quísticos.
- Si has probado varios productos sin resultado.
- Si tienes dudas sobre qué tipo de piel tienes o cómo tratarla correctamente.
El dermatólogo puede pautar tratamientos más específicos como retinoides, peelings o limpiezas profundas.
Ad Category: Cosmética
