El cambio de estación no solo se nota en el armario o en la rutina diaria, también marca un giro importante en nuestra alimentación. El otoño es una de las temporadas más ricas en verduras, tanto por su sabor como por sus propiedades nutricionales. Comer productos de temporada es una forma sencilla y eficaz de cuidar nuestro cuerpo, ahorrar y consumir de forma más sostenible.
Las verduras de otoño destacan por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas, fibra y minerales. Incorporarlas a la dieta no solo mejora la digestión o fortalece el sistema inmune, también tiene efectos visibles en la piel, el pelo y el estado de ánimo. En esta lista de Primor, repasamos cinco imprescindibles que deberías tener siempre en tu cocina durante estos meses.
Las mejores verduras para otoño
1/ Calabaza
Es, sin duda, la reina del otoño. Rica en vitamina A, potasio y antioxidantes, la calabaza ayuda a proteger la piel de los efectos del clima seco y a mantenerla hidratada y elástica. Además, es muy baja en calorías y saciante, ideal para platos reconfortantes como cremas, purés o al horno. “La calabaza es una excelente fuente de betacarotenos. Estos compuestos, al convertirse en vitamina A, ayudan a regenerar la piel, protegen la vista y refuerzan el sistema inmunitario”.
2/ Acelga
Poco valorada, pero muy completa. Las acelgas contienen hierro, magnesio, calcio y vitamina K, fundamentales para la salud ósea y muscular. También aportan fibra, lo que favorece una digestión regular y reduce la hinchazón abdominal. Puedes consumirlas salteadas, en tortillas o en cremas. “Muchas personas con fatiga o anemia leve encuentran en la acelga una aliada. Además, es una verdura fácil de digerir, apta para cualquier edad”.
3/ Col lombarda
Su color morado intenso no solo decora el plato, también es sinónimo de riqueza en antocianinas, un tipo de antioxidante muy potente. La col lombarda tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda a reducir el colesterol. Su sabor ligeramente dulce la convierte en un complemento perfecto para ensaladas templadas, fermentados o salteados.
“Las verduras crucíferas, como la col lombarda, tienen compuestos con actividad anticancerígena y protectora frente a enfermedades cardiovasculares”.
4/ Berenjena
Con alto contenido en agua, baja en calorías y muy versátil en cocina, la berenjena es otra gran opción de otoño. Aporta antioxidantes, fibra y ácido fólico. Además, ayuda a controlar el colesterol y mejora la salud hepática. Se recomienda cocinarla bien (evitando consumirla cruda), ya que contiene solanina, un compuesto que puede resultar irritante en grandes cantidades.
“La fibra de la berenjena ayuda a equilibrar la flora intestinal y mejora el tránsito, además de tener un efecto prebiótico si se combina con otros alimentos adecuados”.
5/ Alcachofa
Clásico de otoño e invierno, la alcachofa es depurativa, diurética y rica en cinarina, un compuesto que favorece la función del hígado y la digestión de las grasas. También es útil para regular el colesterol y prevenir la retención de líquidos. Puedes cocinarla al vapor, al horno o incorporarla a guisos. “Las alcachofas estimulan la producción de bilis, lo que facilita la digestión y ayuda al cuerpo a eliminar toxinas de forma más eficiente”.
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