¿Por qué es importante usar protectores solares para niños y bebés?
Los protectores solares para niños y bebés están especializados en zonas sensibles y pieles delicadas. Son de alto espectro, con filtros solares naturales sin perfumes y parabenos para evitar picores y alergias tópicas. Además, previenen quemaduras y futuras lesiones en la piel de los más pequeños.
¿Cómo protejo la piel de niños y bebés?
Ten en cuenta el tipo de piel del niño o bebé para evitar alergias o irritaciones.
Apuesta por cremas solares resistentes al agua.
Escoge una crema solar de amplio espectro (siempre mayor que 30), al igual que filtros físicos o minerales que reflejen la radiación solar.
Comprueba la fecha de caducidad del producto.
Cubre su cabeza con ayuda de algún sombrero y evita que se expongan al sol durante las horas de más radiación (12:00h 16:00h)
Hidrata su cuerpo con agua y refresca su cabeza.
Aplica la protección cada 2-3 horas.
¿Puede usar todo el mundo los mismos protectores solares?
No. Hay algo que debes tener muy en cuenta. El FPS (SPF en inglés) define el tiempo máximo que puedes estar expuesto al sol sin quemarte usando protector solar y responde a una fórmula que te indicará cuánto deberías reaplicarte tu crema solar. Es decir, si tu piel puede estar 10 minutos al sol sin quemarse de forma natural y tu protector es +30, podrías estar 300 minutos sin quemarse de forma segura a lo largo del día,teniendo en cuenta una correcta aplicación de los solares.
Por otro lado, ahora mismo hay 6 fototipos diferentes de piel, clasificados según el color de tez, cabello, ojos y la facilidad de la persona a la hora de sufrir quemaduras solares. Y en resumen podríamos decir que:
Fototipos I, II y III son los que más tienen que extremar los cuidados con el sol y usar como mínimo un FPS +50.
Fototipos IV, V y VI deben usar, como mínimo, un protector solar con FPS +30.
Diferencias entre rayos HEV, UVB, UVA e infrarrojos
Radiación HEV. Se conoce como la luz azul (o luz visible de alta energía) y es el principal causante del fotoenvejecimiento. Además, también se le atribuye la producción de estrés oxidativo en la piel. Proviene del sol, pero también de fuentes artificiales como los dispositivos electrónicos.
Radiación UVB. Son los causantes de las quemaduras solares, melanomas y otros tipos de cánceres cutáneos.
Radiación UVA. Más conocidos como radiación ultravioleta. Son rayos invisibles que forman parte de la energía que viene del sol y atraviesan la dermis de forma directa. Además, son los causantes del envejecimiento prematuro de la piel y del bronceado. Dañan células del ADN, las fibras de colágeno y elastina y causen flacidez.
Radiación IR-A o infrarrojos. Producen en la piel la sensación térmica en forma de calor. Existen tres tipos de rayos infrarrojos: IR-A, IR-B e IR-C, los más peligrosos son los A porque pueden penetrar hasta las capas más profundas de la epidermis y aumentar los radicales libres que pueden dañar la piel.
Diferencia entre protector solar facial y protector solar corporal
Tu rostro necesita un protector diferente al resto de tu cuerpo. Y estas son algunas de las razones:
La piel de tu cara es más fina y delicada que la del resto del cuerpo, por lo que se quema antes y necesitas un SPF más alto.
La piel del rostro posee más poros y glándulas sebáceas, por lo que necesita un fotoprotector que esté a la altura.
Sufre una mayor exposición solar que otras zonas del cuerpo, lo que significa que está constantemente expuesta al efecto de los radicales libres que producen el fotoenvejecimiento y la pérdida de elasticidad.
El rostro posee células más pequeñas.
Diferencia protector solar con filtro físico y protector solar con filtro químico
Los protectores solares con filtros químicos incluyen sustancias que captan la energía solar y la transforman convirtiéndola en inocua para la piel. Estos actúan en la piel mediante una reacción química que es la responsable de protegerte de las radiaciones nocivas del sol. Empiezan a ser efectivos a partir de los veinte o treinta minutos tras su aplicación, tienen más riesgo de provocar alergias y son los más agradables de usar. ¿Por qué? Porque la cosmética se vale mucho de ellos y están disponibles en formato crema, formato aceite, formato mousse… Eso sí, hay que escoger una protección amplia (UVB y UVA) para prevenir quemaduras.
Los filtros solares físicos o minerales incluyen sustancias inertes que, aplicadas en la piel, reflejan la luz solar como un espejo. Por tanto, no absorben la radiación. Se trataría de sustancias impermeables a la radiación solar. Los polvos minerales son los más utilizados y encontramos: la mica, el dióxido de titanio, el petrolato rojo, el óxido de zinc o de hierro, salicilatos, cloruro férrico e ictiol y el talco. Estos son mucho más efectivos en cuanto a la protección porque protegen de todo el espectro solar. Asimismo, no tienen tanto riesgo de alergia y se adaptan a las pieles sensibles.
Trucos para escoger el mejor protector corporal para niños
Lo primero y más importante: escoge tu protector solar según tu fototipo de piel y ten en cuenta la estación del año que lo vas a utilizar. No es lo mismo utilizar un protector solar en verano que en invierno. Dicho esto, también deberías tener en cuenta:
Factor SPF. Hay varios factores, pero el más recomendable en verano es el SPF+50.
Tipo de filtro. Si tu piel es sensible o se quema con facilidad, escoge siempre protectores solares con filtros solares físicos o minerales. Protegen más.
Fecha de caducidad. Recuerda que los cosméticos también caducan. Y una vez abiertos, lo hacen cada 12 meses. Por lo que no vale reutilizar un protector solar de un año para el otro.
Intensidad de la radiación solar. El índice de radiación ultravioleta (UV) indica qué nivel de radiación hay en el lugar geográfico donde vivimos o época del año que sea.
Índice 1 a 3: baja.
Índice 4 a 6: media.
Índice 7 a 9: alta.
Índice >10: muy alta.