Hoy en día existe un amplio abanico de jabones y geles de ducha. Pero no todos son iguales, y no todos son aptos para tu tipo de piel.
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¿Por qué es importante usar un gel o jabón de ducha?
La respuesta es más simple de lo que parece: por higiene. Son complementos de baño que tienen la capacidad de remover la suciedad, sudor y mugre que diariamente se acumula en nuestra piel por diferentes motivos, tales como la sudoración, agentes contaminantes, el polvo, los ácaros, etc.
Además, su misión va más allá de ser meramente agentes limpiadores, ya que nutren y cuidan tu piel. Por otro lado, incluyen ingredientes y aceites naturales que hacen de la ducha todo una experiencia multisensorial que cautiva los sentidos.
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Tipos de geles y jabones de ducha
Quizás no lo hayas pensado, pero en cuanto a nuestra higiene personal, todos deberíamos pensar en el tipo de piel que tenemos. Como ya hemos mencionado muchas veces, cada piel es un mundo. Por esa misma razón, y teniendo en cuenta nuestras necesidades y carencias, deberíamos escoger un gel o jabón de ducha que sea afín a ella. Estos son los más comunes:
Piel seca. Si tu dermis está deshidratada y tirante, lo mejor es optar por geles cremosos y con bases oleosas que aporten un extra de hidratación. Se recomienda evitar los productos que contengan agentes jabonosos ya que estos tienden a resecar mucho la piel.
Piel sensible. Para las dermis más sensibles se recomienda evitar las lociones y los geles perfumados. Lo ideal es optar por fórmulas cremosas, calmantes y especialmente diseñadas para las pieles sensibles.
Piel grasa. Prioriza siempre las fórmulas no comedogénicas y que no contengan mucho alcohol. Se recomienda evitar los geles con bases oleosas y cremosos ya que estos provocarán un exceso de sebo.
Piel reactiva o propensa a las alergias. Las fórmulas hipoalergénicas y testadas dermatológicamente son ideales para este tipo de dermis. Se recomienda no abusar de los productos perfumados ya que pueden provocar reacciones.
¿Cuál es la diferencia entre gel de ducha y jabón?
A pesar de que, en una primera instancia, pueda causar confusiones, ya que el gel de ducha y el jabón guardan similitudes en cuanto a su finalidad, lo cierto es que también destacan por sus diferencias. Ambos productos se usan para la limpieza y cuidado corporal. No obstante, la textura es diferente: el gel de ducha tiene una consistencia más firme y gelatinosa, mientras que el jabón líquido es más fluido.
¿Puedo utilizar un gel de baño normal para niños?
No es lo recomendable. Hasta que un niño no cumpla seis años, no debería usar productos para adultos, ya que tiene otras características y necesidades. Es más, dentro de los productos infantiles, también se ha de diferenciar entre los productos para bebés y los productos para niños. Por lo que, ya hay una clasificación que es la adecuada en cada etapa del desarrollo de estas pieles vulnerables.
Tres características que debería tener tu gel de baño
Geles y jabones hay muchos, millones. Sin embargo, todos deberían tener tres características imprescindibles que aseguren la calidad y el cuidado óptimo de nuestra piel. Por tanto, a la hora de comprar uno, es importante:
Revisar el pH del gel de ducha.
Comprobar si es apto o no para tu tipo de piel.
Examinar que esté dermatológicamente testado. Sobre todo, si tienes la piel sensible.
Los mejores geles y jabones para cuidar tu piel en la ducha
