Los multivitamínicos son uno de los suplementos más populares del mercado. Están presentes en muchas rutinas de autocuidado y, en algunos casos, se consumen sin saber muy bien si realmente son necesarios. ¿Deberías tomarlos? ¿Cuándo son útiles y cuándo no? ¿Qué riesgos hay si los tomas sin control?
En este artículo de Primor te explicamos de forma clara qué es un multivitamínico, qué beneficios puede aportar, cuándo conviene tomarlo y cuándo no es necesario.
¿Qué es un multivitamínico?
Un multivitamínico es un suplemento nutricional que combina varias vitaminas y minerales en una sola dosis. Puede contener también otros ingredientes activos como antioxidantes, aminoácidos o extractos vegetales, pero su función principal es complementar la alimentación, no sustituirla.
Se presenta en diferentes formatos: cápsulas, comprimidos, polvos solubles, gominolas o líquidos. La elección del formato dependerá de tus preferencias y necesidades.
¿Para qué sirven los multivitamínicos?
Su función es apoyar el buen funcionamiento del organismo cuando hay carencias o necesidades nutricionales elevadas. Estas son algunas de sus utilidades más comunes:
- Prevenir o corregir deficiencias vitamínicas leves.
- Apoyar en periodos de estrés físico o mental.
- Reforzar el sistema inmunológico.
- Aportar energía en etapas de fatiga o cansancio.
- Mejorar el rendimiento físico o intelectual.
- Apoyar etapas concretas como embarazo, lactancia, menopausia o envejecimiento.
- Complementar dietas restrictivas (vegetarianas, hipocalóricas, etc.).
¿Cuándo conviene tomarlos?
Tomar un multivitamínico puede ser útil en momentos específicos. Algunos de los más frecuentes son:
1/ Fatiga o cansancio persistente
Si te sientes sin energía a pesar de dormir bien y alimentarte correctamente, podrías tener una carencia de hierro, magnesio o vitaminas del grupo B. Un multivitamínico completo puede ayudarte a recuperar vitalidad.
2/ Cambio de estación (especialmente en otoño e invierno)
Durante el cambio de estación, muchas personas sienten un bajón físico o emocional. La suplementación puede ser una herramienta para prevenir ese desgaste.
3/ Etapas de mucho estrés o carga mental
El estrés puede agotar las reservas de micronutrientes esenciales. Tomar un multivitamínico en estas etapas puede apoyar el sistema nervioso y reducir la fatiga.
4/ Dietas desequilibradas o restrictivas
Si estás haciendo una dieta para perder peso, sigues una alimentación vegana o vegetariana, o comes de forma desordenada, es posible que no cubras tus necesidades. En estos casos, la suplementación puede ser un refuerzo.
5/ Envejecimiento
Con la edad, la absorción de nutrientes se reduce. Los multivitamínicos pueden ayudar a prevenir carencias comunes, como vitamina D, calcio, vitamina B12 o magnesio.
6/ Recuperarte tras una enfermedad
Después de una gripe, infección o proceso médico, tu cuerpo necesita más nutrientes para recuperar su equilibrio. Un suplemento puede facilitar esa recuperación.
¿Quién no debería tomarlos sin indicación?
Aunque son de venta libre, no todas las personas necesitan multivitamínicos. De hecho, si tu dieta es variada y equilibrada, probablemente no los necesites. Además:
- Si tienes una condición médica crónica, consulta primero con tu médico.
- No se deben combinar varios suplementos sin saber su composición. Puedes exceder la dosis recomendada de ciertos nutrientes, como la vitamina A o el hierro.
- En niños, embarazadas o personas mayores, es importante que la fórmula sea adecuada a su edad y situación.
¿Qué multivitamínico elegir?
No todos son iguales. Algunos están diseñados para necesidades específicas: hombres, mujeres, mayores de 50 años, deportistas, estudiantes, etc. Revisa que incluya:
- Vitaminas del grupo B.
- Vitamina C, D y E.
- Minerales como zinc, magnesio, hierro o selenio.
- Si es posible, que tenga buena biodisponibilidad (es decir, que se absorban bien).
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