El verano no es solo una estación, es un estado de ánimo. Es ese momento del año en el que los días se alargan, las rutinas se relajan y nuestro cuerpo pide cosas distintas: frescas, ligeras, fáciles pero también ricas. Porque cuidarse no debería ser aburrido. Y lo saludable no tiene por qué saber mal.
En este artículo de Primor te traemos cinco recetas saludables que puedes hacer este verano sin pasar horas en la cocina ni renunciar al sabor. Algunas son ensaladas, sí (porque, seamos honestas, el verano las pide), pero otras te van a sorprender. Lo importante es que todas nutren, refrescan y están pensadas para hacerte sentir bien.
Cinco recetas saludables para verano
1/ Ensalada templada de calabacín, garbanzos y menta
Empezamos con una ensalada, sí, pero no cualquiera. Esta tiene cuerpo, tiene textura y tiene sabor. El calabacín asado se mezcla con garbanzos cocidos, hojas de espinaca y un aliño fresco de yogur, menta y limón. Ligera, pero saciante.
- ¿Cómo hacerla? Asa el calabacín en rodajas con un poco de aceite de oliva. Mezcla con garbanzos, espinacas y una salsa de yogur natural, zumo de limón, sal y menta picada. El resultado: equilibrio en un bol.
2/ Tacos de lechuga con pollo especiado y guacamole
¿Tacos sin tortillas? Sí, y no los vas a echar de menos. Aquí, la lechuga crujiente hace de base para un relleno vibrante: pollo salteado con cúrcuma y comino, guacamole casero y un poco de cebolla morada. Es una cena ligera, rápida y divertida.
- Pro tip: usa hojas grandes de cogollo o lechuga romana para que no se rompan. Añade tomate picado y un toque de lima para un extra de frescor. Comer con las manos: permitido (y recomendable).
3/ Fideos de arroz con verduras y salsa de cacahuete
Un plato que parece sacado de un restaurante asiático, pero que haces tú en 15 minutos. Los fideos de arroz son suaves, sin gluten, y perfectos para mezclar con zanahoria, pimiento, pepino y una salsa de cacahuete que es puro vicio saludable.
- Cómo prepararlo: cocina los fideos, escurre y deja enfriar. Mezcla con las verduras cortadas en tiras finas y aliña con una mezcla de crema de cacahuete, salsa de soja baja en sal, lima y jengibre rallado. Ideal para comer en frío bajo la sombrilla.
4/ Gazpacho de sandía y tomate
Refrescante, nutritivo, ligero… y diferente. Este gazpacho tiene ese toque dulce que conquista desde la primera cucharada. La sandía aporta hidratación, el tomate antioxidantes y el pepino frescura. Es como beber verano en un vaso de cristal.
- Cómo hacerlo: tritura sandía, tomate maduro, pepino, un poco de vinagre de manzana y sal. Añade hielo si quieres servirlo al momento. Un chorrito de AOVE por encima, y a disfrutar.
5/ Bowl de quinoa con mango, aguacate y semillas
Fresco, colorido y lleno de texturas. La quinoa es una proteína vegetal completísima y, en frío, se convierte en una base ideal para ensaladas más allá de la lechuga. Aquí se mezcla con mango en cubitos, aguacate cremoso, rúcula, semillas de girasol y un aliño de lima.
- ¿Lo mejor? Puedes prepararlo con antelación y llevarlo contigo a la playa, al trabajo o al parque. Energía real que no pesa.
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