Verano es sinónimo de sol, piel al aire, terrazas eternas y muchas ganas de sentirte bien. Pero también es una estación exigente. Entre el calor, los cambios de rutina, las comidas fuera de casa y el ritmo más ligero (aunque a veces agotador), tu cuerpo necesita un plus. Un empujoncito suave. Un cuidado extra que no se ve, pero se nota.
Y ahí entran ellos: los complementos alimenticios. Esos aliados silenciosos que ayudan a que todo funcione mejor. No sustituyen una dieta equilibrada, ni hacen milagros, pero cuando se toman con cabeza, pueden marcar una diferencia real en cómo te sientes.
En este artículo de Primor te traemos los cinco mejores complementos que puedes tomar en verano, para cuidarte desde dentro sin complicarte la vida. Porque estar bien no debería ser difícil. Solo intencional.
Cinco mejores complementos de verano
1/ Magnesio: el mineral que relaja cuerpo y mente
El magnesio es como ese abrazo que te sujeta cuando el mundo va rápido. Ayuda a reducir el cansancio, mejora el sueño, cuida los músculos (¡hola calambres del calor!) y también mejora el estado de ánimo. En verano, que sudamos más y dormimos peor, es especialmente útil.
¿Cómo tomarlo? En cápsulas, polvos solubles o incluso en formato efervescente. Ideal por la noche, justo antes de dormir. Te ayuda a desconectar y a descansar mejor. Y descansar es belleza.
2/ Colágeno con vitamina C: piel bonita desde dentro
Tu piel se expone más en verano. Al sol, al cloro, a la sal del mar… y aunque la crema solar es tu mejor amiga, hay cuidados que también empiezan desde el interior. El colágeno hidrolizado, sobre todo cuando se combina con vitamina C, ayuda a mejorar la elasticidad de la piel, las uñas y el cabello.
¿El truco? Sé constante. Tómalo cada día, con el desayuno o en ayunas. Hay formatos bebibles con sabor a frutas del bosque o limón que te encantarán. Tu piel lo notará. Tú también.
3/ Probióticos: equilibrio cuando cambias de ritmo
Verano también significa comidas fuera, horarios que cambian, viajes. Y todo eso… afecta al intestino. Los probióticos ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmune. Porque cuando el intestino está bien, todo fluye.
¿Cuándo tomarlos? A diario, en ayunas o media hora antes de comer. Especialmente útil si viajas o si notas tu digestión más lenta de lo normal.
4/ Omega 3: brillo, corazón y antiinflamación
El Omega 3 es como ese complemento que combina con todo. Es antiinflamatorio, mejora la salud cardiovascular, ayuda a regular el colesterol y también es buenísimo para la piel. En verano, cuando el cuerpo tiende a retener líquidos y la piel se sensibiliza, es un gran aliado.
¿Cómo tomarlo? Cápsulas de aceite de pescado o aceite de lino (versión vegetal). Ideal en desayunos o comidas. Te ayuda a sentirte más ligera, y además, aporta ese glow tan tuyo.
5/ Multivitamínicos específicos para verano
Y por último, si no sabes por dónde empezar, opta por un complemento multivitamínico adaptado al verano. Suelen incluir vitamina D (clave para el ánimo y los huesos), antioxidantes como el zinc y el selenio, y vitaminas del grupo B para mantener tu energía arriba.
¿Lo mejor? Son como un seguro de bienestar. Porque aunque comas bien, a veces no llegas a todo. Y no pasa nada. Un multivitamínico bien formulado te acompaña en ese “todo” sin exigirte más.
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