La granada es un fruto que parece sacado de un cuento: roja, brillante, con cientos de semillas que explotan entre los dientes como pequeñas joyas dulces y ácidas. Es uno de esos alimentos que asociamos al otoño, al comienzo del frío, a las ensaladas que aún saben a verano y a los postres que no necesitan azúcar porque su sabor lo llena todo.
Pero la granada no solo es bonita ni solo es rica: es una de las frutas más antioxidantes, nutritivas y versátiles que existen. Y, aunque lleva siglos formando parte de la gastronomía mediterránea y de muchas tradiciones orientales, aún hay quien no sabe todo lo que puede hacer por nuestra salud… y por nuestros platos. Hoy, en el blog de Primor, te contamos todos los beneficios de la granada y algunas recetas fáciles para aprovecharla al máximo.
Beneficios de la granda
Una bomba de antioxidantes
Si la granada es famosa por algo, es por su impresionante contenido en polifenoles, uno de los antioxidantes más potentes que existen de manera natural. Estos compuestos ayudan a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento celular. De hecho, su concentración antioxidante supera la de frutas como la naranja, el arándano o la uva.
Fuente natural de vitaminas esenciales
La granada es rica en vitamina C, vitamina K y folatos. Todo esto contribuye a un sistema inmunitario más fuerte, a una mejor salud ósea y a un funcionamiento celular óptimo.
La vitamina C, además, ayuda al organismo a sintetizar colágeno, lo que se traduce en una piel más firme y luminosa. Por eso muchas rutinas beauty incluyen extracto de granada: porque, desde dentro y desde fuera, funciona.
Efecto antiinflamatorio y digestivo
Otro punto fuerte de la granada son sus propiedades antiinflamatorias. Varios estudios sugieren que sus fitonutrientes pueden ayudar a disminuir la inflamación general del organismo.
También es un alimento excelente para la digestión: su contenido en fibra favorece el tránsito intestinal y contribuye a una microbiota equilibrada.
Recetas deliciosas para aprovechar la granada
Además de comerla sola (que ya es un placer en sí mismo), la granada es increíblemente versátil en la cocina. Aquí tienes ideas prácticas y riquísimas.
Ensalada de granada, rúcula y queso fresco
Una mezcla fresca, ligera y siempre infalible.
- Cómo hacerla: Mezcla rúcula con pepino laminado, queso fresco o feta desmenuzado y un buen puñado de granos de granada. Añade un chorrito de aceite de oliva, limón y una pizca de sal. Es la combinación perfecta entre dulce, salado y ácido.
Yogur con granada y miel
Muy fácil, muy rápido y muy nutritivo.
- Cómo hacerlo: coloca yogur natural en un bol, añade unas cucharadas de granada, un chorrito de miel y, si quieres, frutos secos picados.
Ideal para desayunos o meriendas que requieren energía sin pesadez.
Tostadas dulces-saladas con aguacate y granada
Una de esas recetas que parecen de cafetería bonita, pero que se hacen en tres minutos.
- Cómo hacerlas: Tuesta pan integral, machaca aguacate encima y añade semillas de granada. Termina con un toque de pimienta y limón. El contraste es espectacular.
Bowl otoñal de granada, calabaza y arroz
Perfecto para comidas completas y reconfortantes.
- Cómo hacerlo: Hornea calabaza en cubitos, mezcla con arroz integral, nueces y granada fresca. Aliña con aceite, vinagre balsámico y un toque de canela. Es saciante, nutritivo y lleno de color.
Agua con granada y menta
Una forma deliciosa de beber más agua.
- Cómo hacerla: Añade granos de granada y hojas de menta a una jarra de agua fría. Deja reposar una hora. El resultado es fresco, aromático y ligeramente dulce sin azúcar.
Ad Category: Nutrición y Dietética
