Si has usado productos con efecto frío-calor, o si alguna vez has olido algo que te ha despejado la nariz al instante, probablemente el alcanfor ha estado ahí. Es uno de esos ingredientes que lleva décadas en la cosmética —y en la farmacia— y que ha sabido adaptarse a las nuevas fórmulas gracias a su eficacia.
Aunque su uso es muy popular en algunos países y culturas, todavía genera dudas. ¿Para qué sirve? ¿Es seguro? ¿Cuándo conviene usarlo… y cuándo no? Vamos a explicarlo sin rodeos, para que sepas identificarlo en la etiqueta de tus productos y tomar decisiones con conciencia.
¿Qué es el alcanfor?
El alcanfor es un compuesto orgánico que se obtiene del árbol Cinnamomum camphora (originario de Asia) o se produce de forma sintética. Tiene una textura cerosa y un olor fuerte, mentolado, que puede resultar muy reconocible en productos descongestionantes o bálsamos.
En cosmética y cuidado corporal, se usa por su capacidad para refrescar, calmar, aliviar y activar la circulación. Dependiendo de la concentración y del resto de ingredientes con los que se combine, puede tener distintos efectos sobre la piel.
¿Para qué sirve el alcanfor en cosmética?
El alcanfor tiene usos variados, sobre todo en productos para el cuidado corporal y facial. Estas son sus principales funciones:
1/ Alivio muscular
Se utiliza en cremas y geles destinados a calmar la sensación de dolor muscular, gracias a su acción rubefaciente (provoca una ligera irritación que activa la circulación en la zona). Este efecto puede ayudar a relajar los músculos tensos o cargados.
2/ Control de la grasa y el acné
En concentraciones bajas, el alcanfor tiene efectos antisépticos y astringentes, por lo que puede incluirse en productos para pieles con tendencia grasa o acneica. Ayuda a secar los granitos y reduce la producción de sebo.
3/ Sensación de frescor
Su acción refrescante es ideal para productos destinados a pies cansados, piernas hinchadas o after sun. Aporta una sensación inmediata de frescor que puede aliviar molestias leves.
4/ Estimulación de la circulación
Se encuentra también en productos anticelulíticos o reafirmantes, ya que estimula el flujo sanguíneo y ayuda a mejorar el aspecto de la piel.
¿Dónde puedes encontrarlo?
Puedes encontrar alcanfor en:
- Cremas y geles musculares.
- Productos para pies y piernas.
- Cosmética facial antiacné (en dosis controladas).
- Bálsamos labiales o descongestionantes.
- Lociones anticelulíticas.
Siempre debes revisar el INCI (listado de ingredientes) del producto. El alcanfor aparece como “Camphor”.
Precauciones y advertencias
Aunque es un ingrediente eficaz, el alcanfor no es apto para todo el mundo ni en todas las situaciones. Algunas recomendaciones a tener en cuenta:
- Evita aplicarlo en zonas sensibles o mucosas. No es apto para contorno de ojos, labios (excepto si el producto lo indica), o zonas íntimas.
- No lo uses en niños pequeños. En menores de 6 años, su uso está contraindicado.
- No debe usarse sobre heridas abiertas o piel irritada. Puede aumentar la irritación o provocar quemaduras leves.
- No lo combines con otros ingredientes agresivos. Si usas retinol, ácidos o exfoliantes potentes, mejor no combinarlo sin recomendación experta.
- Consulta si estás embarazada o en periodo de lactancia. No todos los productos con alcanfor están indicados durante estas etapas.
Además, el uso excesivo o concentraciones altas pueden ser tóxicas, por eso los productos cosméticos lo incluyen en dosis seguras y reguladas por normativa europea.
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