Las verrugas en el cuello son más comunes de lo que imaginas. No suelen ser peligrosas, pero sí incómodas, molestas y, en algunos casos, antiestéticas. Pueden aparecer con los años, por roces o incluso por predisposición genética. Y aunque no duelen, mucha gente busca eliminarlas por razones estéticas o por prevención.
En este artículo de Primor te explicamos por qué salen, qué tipos hay y cuáles son las opciones más seguras y efectivas para eliminarlas, tanto en casa como con ayuda profesional.
¿Qué son exactamente las verrugas en el cuello?
Son pequeños crecimientos de piel que pueden tener aspecto liso o rugoso, de color carne o ligeramente más oscuro. A menudo son blandas, móviles al tacto y sin dolor.
El tipo más común en el cuello es el acrocordón o fibroma blando. No es una verruga vírica (como las causadas por el VPH), sino un crecimiento benigno de piel.
¿Por qué aparecen?
Las causas más frecuentes son:
- Rozaduras constantes (por cadenas, ropa ajustada o fricción natural)
- Factores hormonales
- Predisposición genética
- Obesidad o sobrepeso, que puede generar más pliegues y fricción
- Edad: son más comunes a partir de los 30 años
No son contagiosas ni tienen relación directa con higiene. Aparecen por acumulación de colágeno en zonas donde la piel se pliega o se mueve mucho.
¿Son peligrosas?
En la mayoría de los casos, no. Son lesiones benignas que no causan problemas graves. Aun así, conviene vigilar si:
- Cambian de color o tamaño rápidamente
- Sangran sin motivo
- Pican o duelen
- Aparecen muchas de forma repentina
En esos casos, lo mejor es acudir al dermatólogo para una evaluación.
¿Cómo eliminarlas?
Existen distintas formas de eliminar verrugas del cuello. Algunas se pueden hacer en casa, otras requieren asistencia profesional.
1/ Crioterapia médica (con nitrógeno líquido)
Es el método más utilizado por dermatólogos. Consiste en aplicar frío extremo que destruye la verruga desde la raíz. Es rápido, eficaz y seguro.
2/ Electrocoagulación o láser dermatológico
Se realiza en clínica, con aparatología que elimina el tejido sin dejar marca (si se cuida bien). Requiere supervisión profesional, pero el resultado es preciso.
3/ Productos de farmacia
En farmacias puedes encontrar tratamientos tópicos para verrugas, normalmente en formato lápiz o líquido con ingredientes como ácido salicílico o ácido tricloroacético.
- Importante: no todos estos productos están indicados para el cuello. Antes de aplicarlos, asegúrate de que la zona y el tipo de verruga son compatibles.
¿Qué no deberías hacer?
- No las cortes tú misma con tijeras o cuchillas. Puede provocar sangrado, infección o dejar cicatriz.
- No uses remedios caseros agresivos, como vinagre, bicarbonato o ajo crudo. No están indicados para zonas sensibles como el cuello y pueden irritar o quemar la piel.
- Evita tocarlas o rascarte, ya que podrías inflamarlas o causar molestias.
¿Se pueden prevenir?
No del todo, pero puedes reducir el riesgo:
- Evita usar collares ajustados si notas fricción constante.
- Mantén la piel hidratada y limpia.
- Usa ropa de tejidos suaves, especialmente en verano.
- Controla el peso corporal si hay tendencia a la aparición.
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