Las ampollas en los pies son molestas, dolorosas y pueden arruinar desde una caminata hasta una boda. Aparecen más a menudo de lo que deberían, especialmente cuando usamos calzado nuevo, caminamos largas distancias o no llevamos los calcetines adecuados. Pero no todas las ampollas son iguales ni se tratan de la misma forma.
En este artículo de Primor te explicamos qué tipos existen, por qué salen y qué hacer para curarlas de forma correcta (y rápida).
¿Qué es una ampolla?
Una ampolla es una acumulación de líquido entre las capas superiores de la piel. Es una respuesta de defensa natural ante una fricción o quemadura. El cuerpo forma ese “colchón” para proteger la zona dañada mientras se regenera.
Tipos de ampollas más comunes
1/ Ampollas por fricción
Las más frecuentes. Se producen cuando algo roza repetidamente la piel, como un zapato ajustado o una costura mal colocada. Aparecen en talones, dedos o planta del pie.
- Aspecto: burbuja clara con líquido transparente
- Dolor: moderado a intenso
- Tratamiento: mantener limpia, proteger, no explotar si no es necesario
2/ Ampollas con sangre
Se forman cuando la fricción es tan fuerte que también afecta a los capilares. Son más profundas y dolorosas.
- Aspecto: burbuja con líquido rojizo
- Dolor: alto
- Tratamiento: desinfectar, proteger, evitar presión constante
3/ Ampollas infectadas
Ocurren cuando la ampolla abierta se contamina con bacterias. Puede haber pus, mal olor, enrojecimiento y calor en la zona.
- Aspecto: líquido amarillo o verdoso, piel inflamada
- Dolor: constante y punzante
- Tratamiento: te va a tocar acudir al médico. Requiere antibiótico tópico u oral
Principales causas
- Calzado nuevo o inadecuado
- Calcetines de materiales sintéticos
- Caminatas prolongadas sin protección adecuada
- Sudoración excesiva
- Pies mojados o húmedos durante mucho tiempo
- Deformidades en los pies (juanetes, dedos en garra) que provocan fricción localizada
Cómo curar una ampolla de forma correcta
1/ No la revientes si no es necesario
La piel que la cubre actúa como una barrera natural. Solo deberías vaciarla si es muy grande o duele demasiado. En ese caso:
- Lava bien la zona con agua y jabón
- Usa una aguja esterilizada (con alcohol o fuego)
- Pincha en un lateral, no en el centro
- Presiona suavemente para drenar
- No retires la piel que la cubre
- Aplica antiséptico y cubre con una gasa limpia o apósito especial
2/ Protégete del roce
Utiliza apósitos hidrocoloides. Estos parches protegen, absorben el líquido, aceleran la curación y reducen el dolor. No los retires hasta que se despeguen solos.
3/ Mantén el pie limpio y seco
Lava tus pies a diario y sécalos bien, especialmente entre los dedos. Evita calcetines húmedos y cambia de calzado si el tuyo está mojado o sucio.
¿Cuándo ir al médico?
- Si hay signos de infección: pus, fiebre, enrojecimiento excesivo
- Si la ampolla no mejora en 3-4 días
- Si eres diabético o tienes problemas de circulación: no manipules ampollas sin supervisión
Cómo prevenir futuras ampollas
- Usa calzado cómodo y adaptado a tu pie
- Estrena los zapatos en casa antes de usarlos todo el día
- Aplica vaselina o cremas antifricción en zonas de roce
- Usa calcetines de tejidos técnicos o sin costuras
- Mantén tus pies secos: polvos absorbentes si es necesario
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