Sin gracia, apelmazado y de aspecto sucio. Esas son algunas de las principales problemáticas que sufren las personas con el pelo graso, y a pesar de que usar un champú para pelo graso es un paso imprescindible para controlar el exceso de sebo, no olvides hidratar tu melena con el uso de una buena mascarilla para pelo graso.
Pelo graso: causas y motivos
Un pelo graso es un cabello que produce un exceso de grasa. Las causas pueden ser internas —siendo los cambios hormonales, el estrés o el consumo de medicamentos los factores más comunes—, o externas que, a pesar de ser más difíciles de identificar, podríamos señalar un lavado incorrecto, una mala alimentación, un aclarado con agua demasiado caliente o una exposición solar excesiva como posibles factores.
No obstante, frente a la duda, los expertos son la mejor respuesta. Al igual que la piel, cada cuero cabelludo es un mundo y ellos sabrán cómo enfrentar el problema. No obstante, siempre hay pequeños trucos (y productos) que podemos probar antes de acudir a un especialista.
Mascarillas para pelo graso: por qué las necesitas
Las mascarillas para el pelo graso son productos capilares que nutren e hidratan tu cabello en profundidad sin aportar peso ni apelmazamiento. El pelo graso también necesita una hidratación profunda que le ayude a mantenerse en un estado óptimo. Sin embargo, y a diferencia del cabello seco o normal, este tipo de melenas necesitan un empujoncito extra que las ayuden a controlar el peso y a lucir un resultado con mucho movimiento, ligero y tan sano como resplandeciente.
Eso es lo que ha llevado a las mascarillas para pelo graso a ser uno de los mejores aliados. Sus fórmulas de hidratación intensa resultan livianas y muy nutritivas. La gran mayoría están elaboradas a base de ingredientes naturales y son perfectas para no dañar las melenas típicas del método curly.
Tips para evitar que el pelo graso se ensucie
- No frotes tu cuero cabelludo en exceso.
- Ayuda a equilibrar tu cuero cabelludo con el uso de aceites esenciales como el de limón o menta.
- Aclara con agua tibia. Es la temperatura del agua perfecta, ya que cubre la cutícula y ayuda a eliminar el exceso de sebo.
- Cuanto más lo laves, más grasa producirás. Es la pescadilla que se muerde de la cola. Así que, ¡sal de ahí cuanto antes!
- No te toques el pelo. Tus manos están en contacto con todo lo que tocas. El metro, la silla de un restaurante, la mesa de la oficina, el teclado… Toda esa «suciedad inconsciente» pasa a tu melena.
- No uses productos de fijación. Parece obvio, pero no todo el mundo tiene en cuenta que el uso de lacas, gominas y otros productos de fijación fomentan la producción de sebo. Si tienes el pelo graso, olvídate de ellos.
- Utiliza el champú adecuado. No todo vale.
Las mejores mascarillas para el pelo graso
Toma nota, porque si tienes el pelo graso, necesitas una mascarilla que esté a la altura de tu pelazo. Apuesta por aquellas que no contengan parabenos, sulfatos ni siliconas. Te ayudarán a recuperar el brillo natural de tu melena, y a nutrir e hidratar sin apelmazar ni añadir peso a tu cabello.
