¿Puedo usar el mismo exfoliante del cuerpo para la cara?
Lo recomendable es que no. La piel del rostro es mucho más fina que la del resto del cuerpo y necesita otros cuidados que se adecúen más a sus necesidades. Además, los exfoliantes corporales (te dejamos una lista de los mejores aquí) están pensados para eliminar rugosidades como las pieles muertas de codos y rodillas. ¡Invierte mejor en productos pensados para tu rostro!
¿Puedo utilizar mi exfoliante facial en la ducha?
Es más, te lo recomendamos. ¡Los exfoliantes faciales son geniales para usar en la ducha! El vapor de agua abre tus poros y ayuda a que la exfoliación sea más intensiva, dejando tu piel suave como la de un bebé. ¡Fliparás con los resultados!
¿Cómo escoger el exfoliante facial que mejor va conmigo?
Lo primero de todo es que tengas claro qué tipo de piel tienes, y en función de ella, has de fijarte en el tamaño de los granos y la intensidad de la exfoliación. Estos son los tipos más famosos:
Exfoliantes enzimáticos. Son ideales para las pieles sensibles porque no tienen gránulos, sino que su textura es cremosa o con efecto máscara. No hay que frotar, solo dejarlo actuar unos minutos.
Exfoliantes químicos. En su formulación incluyen componentes como el ácido glicólico, ácido salicílico, ácido cítrico, ácido láctico, ácido retinoico, hidroxiácido o vitamina A. Se pueden utilizar como tratamiento antiarrugas y se recomienda en pieles grasas y propensas al acné.
Exfoliantes Gommage. Es una fórmula más suave de exfoliar el rostro que combina la acción química con enzimas con la acción mecánica. Lo dejas actuar y luego lo retiras a modo de masaje. A medida que va desapareciendo, también lo hacen las células muertas de la piel.