Cuidar el cabello no es solo elegir el mejor champú o una buena mascarilla. Es entender que el ritual empieza mucho antes de entrar en la ducha. Y aquí es donde entra el protagonista de este artículo: el prelavado capilar. O como nos gusta llamarlo: el paso que te cambiará el pelo para siempre.
¿Nunca has sentido que, por más que uses tratamientos, tu melena sigue apagada o se ensucia demasiado rápido? ¿O que las puntas están secas pero la raíz grasa en menos de 24 horas? El problema no siempre es lo que haces después de lavar. A veces, lo que falta es lo que haces antes. Y ahí es donde el prelavado se convierte en un verdadero antes y después.
En este artículo te contamos qué es el prelavado, qué beneficios tiene para tu pelo y cómo puedes incorporarlo a tu rutina beauty con productos disponibles en Primor. Porque sí, mimar tu melena también es un acto de autocuidado.
¿Qué es exactamente el prelavado?
El prelavado es un tratamiento capilar que se aplica antes del lavado con champú. Puede adoptar distintas formas: aceites nutritivos, mascarillas detox, exfoliantes o incluso bálsamos específicos. Su función principal es preparar el cuero cabelludo y el cabello para recibir mejor los activos del lavado posterior, evitando que el champú arrastre lípidos esenciales o que las puntas se resequen.
En resumen: actúa como una barrera protectora o como un impulso extra según tus necesidades. Es como aplicar un primer antes del maquillaje, pero en versión capilar.
Todos los beneficios del prelavado capilar
- Protege el largo y las puntas. Aplicar aceites antes del champú ayuda a evitar la deshidratación del pelo. Esto es clave si tienes cabello teñido, rizado, fino o castigado por el calor o químicos.
- Regula el exceso de grasa. Los exfoliantes de cuero cabelludo o los prelavados purificantes eliminan el exceso de sebo, células muertas y residuos de productos. Resultado: raíces limpias por más tiempo.
- Mejora la eficacia del champú y tratamientos posteriores. Cuando el cuero cabelludo está equilibrado y el cabello preparado, los activos del champú, acondicionador o mascarilla penetran mejor y hacen más efecto.
- Estimula el crecimiento. Masajear el cuero cabelludo antes de lavar con productos específicos activa la circulación sanguínea, favoreciendo un crecimiento más sano y fuerte.
- Reduce el encrespamiento. Al proteger la fibra antes del lavado, se evita la rotura y el frizz posterior, dejando el cabello más suave, controlado y con mejor forma.
Paso a paso para hacer un buen prelavado
1/ Elige el producto adecuado
- Si tienes el cabello seco o dañado: opta por un aceite nutritivo como el Aceite Extraordinario de L'Oréal o el Elixir de Moroccanoil.
- Si tienes el cuero cabelludo graso o con picor: elige un exfoliante capilar.
- Si buscas un boost de hidratación general: prueba una mascarilla prelavado como la Banana Hair Food de Garnier.
2/ Aplica en seco (o ligeramente húmedo)
Divide el cabello en secciones y aplica el producto elegido, insistiendo en largos y puntas o en el cuero cabelludo si es el caso.
3/ Masajea y deja actuar
Realiza un suave masaje durante 2-3 minutos para estimular la circulación y facilitar la absorción. Deja actuar entre 10 y 30 minutos según el producto.
4/ Lava como de costumbre
Aclara con abundante agua y sigue con tu champú habitual. Notarás que necesitas menos cantidad y que el pelo se siente más manejable desde el primer aclarado.
5/ Finaliza con tu tratamiento de siempre
Acondicionador, mascarilla, sérum… todo lo que uses después del lavado se absorberá mejor si has hecho un buen prelavado.
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