La piel de los párpados es una de las más finas y sensibles de todo el cuerpo. Cualquier cambio —desde el clima hasta un producto cosmético nuevo— puede afectar. Por eso, la irritación en esta zona es más frecuente de lo que parece. Picor, enrojecimiento, escozor, sensación de sequedad o incluso descamación son algunos de los síntomas más habituales cuando la barrera cutánea de esta zona se altera.
En la mayoría de los casos, no se trata de un problema grave, pero sí de una molestia continua que puede empeorar si no se trata adecuadamente. En este artículo de Primor te explicamos por qué se irritan los párpados y cómo puedes evitar que esto te pase o vuelva a repetirse.
¿Por qué se irritan los párpados?
Hay varios factores que pueden causar irritación en los párpados. Estos son los más frecuentes:
- Cosméticos agresivos o mal retirados: desmaquillantes muy astringentes, toallitas poco adecuadas o productos con ingredientes irritantes pueden dañar esta zona. También ocurre cuando el maquillaje no se retira correctamente.
- Alergias o dermatitis de contacto: es común que los párpados reaccionen a determinados ingredientes presentes en productos de maquillaje, cremas o incluso esmaltes de uñas (sí, por contacto con las manos).
- Factores ambientales: el viento, el frío, la contaminación o el uso excesivo de aire acondicionado o calefacción pueden resecar la piel del párpado y alterar su función barrera.
- Uso excesivo de pantallas: pasar muchas horas delante del ordenador o del móvil puede causar fatiga ocular e irritación, especialmente si no se parpadea con la frecuencia adecuada.
- Uso de lentes de contacto: mal uso, falta de higiene o demasiadas horas con las lentillas puestas pueden alterar el equilibrio natural de la zona periocular.
- Condiciones médicas: afecciones como la blefaritis, los orzuelos o la dermatitis atópica también afectan directamente a esta zona.
Cómo evitar la irritación de los párpados
Evitar que los párpados se irriten no es complicado, pero requiere atención en los productos que se usan y en los hábitos del día a día. Estas son algunas recomendaciones clave:
1/ Usa productos formulados para ojos sensibles
Elige siempre cosméticos hipoalergénicos, sin perfume y testados dermatológica y oftalmológicamente. Especialmente si usas maquillaje en los ojos o lentes de contacto.
2/ Evita frotar los ojos
Es un gesto automático cuando estamos cansados o tenemos picor, pero frotar los párpados empeora la irritación, rompe capilares y puede propagar bacterias.
3/ Hidrata la zona a diario
Igual que aplicas crema facial, el contorno de ojos (incluyendo el párpado superior) también necesita hidratación específica para mantener la barrera cutánea fuerte.
4/ Desmaquíllate con suavidad
Evita toallitas o discos desmaquillantes con mucha fricción. Utiliza un producto bifásico o un limpiador específico para ojos sensibles, y retira siempre con toques suaves, sin arrastrar.
5/ Limita la exposición a pantallas
Haz pausas cada cierto tiempo si trabajas con ordenador. Intenta parpadear con frecuencia y mantén una buena iluminación ambiental.
6/ Mantén una higiene adecuada de ojos y pestañas
La acumulación de residuos o maquillaje puede favorecer infecciones o dermatitis. Utiliza limpiadores específicos si tienes tendencia a la blefaritis.
7/ No compartas productos de ojos
Evita usar máscaras de pestañas, delineadores o sombras que hayan sido utilizados por otras personas. El riesgo de infección es alto.
Cuándo acudir al dermatólogo u oftalmólogo
Si la irritación persiste más de una semana, empeora con el tiempo o aparece acompañada de otros síntomas como dolor, pérdida de pestañas, costras o visión borrosa, lo mejor es consultar con un especialista. También si has probado a eliminar productos potencialmente irritantes y el problema sigue.
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