Durante un tratamiento de quimioterapia, la piel, las mucosas y el olfato pueden volverse más sensibles. Muchos perfumes tradicionales contienen alcohol, fragancias fuertes u otros ingredientes que pueden irritar o sobrecargar el sistema sensorial. Por eso, elegir fragancias suaves y sin alcohol es una forma de seguir disfrutando del aroma sin comprometer el confort.
A continuación te explicamos en este artículo de Primor qué características buscar en un perfume seguro en este contexto y cuáles son los mejores consejos de uso práctico.
Qué buscar en un perfume para esta etapa
- Que sea sin alcohol o con muy baja proporción alcohólica, para que no irrite la piel ni produzca sensación de ardor.
- Fragancia muy suave, discreta o en formato agua perfumada ligera, para evitar molestias.
- Fórmulas sin perfumes sintéticos agresivos ni ingredientes sensibilizantes.
- Preferiblemente perfumes en aceite, extracto o agua perfumada, en lugar de sprays alcohólicos.
- Aplicarlo con moderación: detrás de las orejas, en muñecas internas o ropa (no directamente en piel muy sensible).
Consejos de uso práctico
- Aplica pequeñas cantidades. Cuando estés usando un perfume sin alcohol durante una etapa de sensibilidad como puede ser un tratamiento de quimioterapia, lo ideal es empezar aplicando una pequeña cantidad. Puedes poner una gota o un punto del producto en zonas seguras como la muñeca interna o justo detrás de las orejas. Estas zonas suelen ser menos propensas a la irritación y, además, son puntos de pulso donde el aroma se desarrolla mejor sin necesidad de saturar.
- Si detectas que tu piel está sensible, enrojecida, seca o presenta alguna herida, evita por completo aplicar el perfume directamente sobre ella. Aunque sea un producto sin alcohol, cualquier fragancia puede causar escozor o incomodidad si se aplica sobre una zona con la barrera cutánea alterada. En esos casos, mejor optar por aplicar sobre la ropa o esperar a que la piel se recupere.
- Muchos perfumes sin alcohol se pueden aplicar perfectamente sobre tejidos, sobre todo si son fórmulas en aceite o agua perfumada. En estos casos, puedes poner un poco en el cuello de una camiseta de algodón o en el pañuelo que lleves al cuello. Asegúrate de que la prenda esté limpia y no tenga restos de suavizantes o detergentes con fragancia para que el aroma del perfume no se mezcle ni se altere. También es importante probar antes en un rincón de la tela por si deja marca.
- Guarda el perfume en un lugar fresco, sin luz directa, para preservar su fórmula delicada.
- Prueba primero en una zona reducida. Aunque el perfume esté etiquetado como suave o hipoalergénico, cada piel reacciona de forma distinta. Lo más recomendable es hacer una prueba previa en una zona pequeña y esperar 24 horas para ver si aparece alguna molestia. Esta precaución es especialmente importante si estás pasando por un tratamiento médico o si tienes la piel comprometida.
No tienes que renunciar al placer de una fragancia aunque estés en tratamiento. Los perfumes suaves y sin alcohol son una alternativa respetuosa con tu piel y tu bienestar. Las opciones que te muestro son una buena referencia, pero siempre es importante revisar la fórmula antes de comprar.
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