El maquillaje guayaba ha irrumpido con fuerza en 2025 y se ha convertido en uno de los looks más buscados por quienes buscan un estilo fresco, luminoso y moderno. Inspirado en los tonos suaves y cálidos de la fruta tropical que le da nombre, combina matices rosados, melocotón y coral, aportando un aire juvenil y saludable a cualquier rostro. Lo mejor de todo es que se adapta a diferentes tipos de piel y ocasiones: desde un look diario discreto hasta un maquillaje más sofisticado para eventos especiales.
El secreto del maquillaje guayaba está en resaltar la frescura natural del rostro, equilibrando tonos cálidos en mejillas, párpados y labios, sin recargar el look. Esta tendencia se centra en una piel luminosa y uniforme, donde el rubor y los labios se convierten en protagonistas, mientras los ojos se mantienen suaves y delicadamente definidos. Es una opción perfecta para quienes buscan un efecto cara descansada y un acabado jugoso y saludable.
Cómo hacer un maquillaje guayaba paso a paso
Paso 1: Preparar la piel
Como en cualquier tendencia de maquillaje, la base es una piel bien cuidada. Para un look guayaba impecable, comienza con limpieza e hidratación profunda, usando productos que aporten luminosidad. Un sérum con ácido hialurónico o vitamina C ayuda a que la piel se vea fresca y jugosa.
A continuación, aplica una base ligera o una BB cream que unifique el tono sin cubrir la textura natural. La clave es mantener un acabado luminoso, evitando los polvos densos que pueden opacar el efecto jugoso característico del maquillaje guayaba. Finaliza con un corrector solo donde sea necesario, para mantener un aspecto natural.
Paso 2: colorete
El colorete es el corazón de este look. Para lograr el efecto guayaba, apuesta por tonos rosados con matices melocotón o coral, aplicándolos en las manzanas de las mejillas y difuminando hacia las sienes para un acabado suave y natural.
El truco de los maquilladores es usar coloretes cremosos o en gel, que aportan un brillo saludable y permiten mezclar el tono con la piel de manera uniforme. Esta técnica ayuda a que el rostro luzca jugoso y revitalizado, como si estuvieras ligeramente sonrojada de manera natural.
Paso 3: Ojos suaves y cálidos
Para los ojos, los tonos guayaba se traducen en sombras suaves rosas, melocotón o coral pálido. Aplica el color en el párpado móvil y difumina hacia la cuenca para conseguir un efecto difuso y delicado.
El delineado se mantiene discreto: un lápiz marrón o un delineado fino evita que el look pierda su frescura. Las pestañas se realzan con una capa ligera de máscara, solo para abrir la mirada sin recargar. La intención es que los ojos complementen el rubor y los labios sin robar protagonismo.
Paso 4: Labios jugosos
Los labios guayaba son jugosos y naturales, siguiendo la gama de rosados y melocotón. Los glosses o labiales hidratantes con un toque de color son ideales, ya que aportan frescura y volumen al mismo tiempo. Para un efecto más duradero, puedes aplicar primero un lápiz de tono similar y luego un gloss ligero, logrando un acabado pulido sin perder naturalidad.
Paso 5: Toques finales de luminosidad
El maquillaje guayaba se caracteriza por su piel luminosa, por lo que un iluminador en puntos estratégicos —pómulos, arco de la ceja, puente de la nariz y arco de cupido— ayuda a potenciar el efecto saludable y jugoso. Este toque final asegura que el look luzca radiante incluso con luz natural.
