La medicina estética ofrece cada vez más alternativas para mejorar el aspecto de la piel sin necesidad de cirugía. Entre ellas, los hilos tensores se han convertido en una opción popular para combatir la flacidez facial de forma rápida, mínimamente invasiva y con resultados visibles. De hecho, es la técnica que utilizó Catherine Zeta-Jones para la segunda temporada de ‘Miércoles’.
Ahora bien, como cualquier procedimiento estético, no está exento de riesgos o posibles efectos secundarios. Por eso, en este artículo de Primor te explicamos con claridad cómo se colocan los hilos tensores, qué puedes esperar del proceso y qué inconvenientes deberías valorar antes de tomar una decisión.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores son fibras biocompatibles (habitualmente de polidioxanona, ácido poliláctico o caprolactona) que se introducen bajo la piel para tensar, reafirmar y estimular la producción de colágeno. Actúan como un soporte interno que ayuda a reposicionar los tejidos que han perdido firmeza con el paso del tiempo.
Se utilizan sobre todo en rostro y cuello, aunque también pueden aplicarse en otras zonas como brazos, abdomen o glúteos.
¿Cómo se colocan los hilos tensores?
El procedimiento es ambulatorio, no requiere cirugía y se realiza en consulta médica. Estos son los pasos habituales:
1/ Valoración previa
El médico analiza la piel del paciente, el grado de flacidez, el tipo de hilo más adecuado y la cantidad necesaria. También se informa sobre expectativas realistas y posibles efectos secundarios.
2/ Limpieza y anestesia local
Se desinfecta la zona a tratar y se aplica anestesia local para evitar molestias durante la intervención. No se necesita sedación ni ingreso hospitalario.
3/ Inserción de los hilos
Con la ayuda de una aguja o cánula muy fina, el especialista introduce los hilos bajo la piel, siguiendo un diseño previo. Algunos hilos tienen pequeñas espículas o conos que se enganchan al tejido para ejercer tracción.
4/ Tensión y fijación
Una vez colocados, el médico ajusta los hilos para lograr el efecto lifting. Después, corta el exceso que queda fuera de la piel.
5/ Recuperación
El procedimiento dura entre 30 y 60 minutos. El paciente puede volver a casa el mismo día.
¿Qué resultados se obtienen?
- Tensión inmediata. En la mayoría de los casos, el efecto lifting es visible desde el primer momento.
- Mejora progresiva. A medida que el organismo produce colágeno, el aspecto de la piel sigue mejorando durante semanas.
- Duración. Los efectos suelen durar entre 12 y 18 meses, según el tipo de hilo y las características del paciente.
¿Cuáles son las desventajas de los hilos tensores?
1/ Resultados sutiles
Este tratamiento no sustituye a un lifting quirúrgico. Si hay una flacidez muy marcada, los resultados pueden ser limitados. Es ideal para casos leves o moderados.
2/ Efectos secundarios
Puede haber hinchazón, hematomas, sensación de tirantez o molestias temporales en la zona tratada. En la mayoría de los casos, desaparecen en pocos días.
3/ Riesgo de asimetría o irregularidades
Si no se colocan correctamente o si la piel es muy fina, pueden quedar hilos visibles o pequeños bultos. Por eso es esencial acudir a un profesional cualificado.
4/ No es apto para todos los pacientes
Personas con enfermedades autoinmunes, trastornos de coagulación o infecciones activas en la zona no deben someterse a este tratamiento.
5/ Precio elevado
Aunque no es una cirugía, el coste por sesión puede ser alto, sobre todo si se requieren varios hilos o zonas a tratar.
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