Hay un momento del año que lo cambia todo. Empiezas a dejar el abrigo en el perchero, cambias el café caliente por hielo, y sí, abres el armario y piensas: vale, ya toca guardar el edredón. Ese momento entre estaciones en el que tu casa también se pone en modo primavera. Y aunque a veces lo hagamos con prisas, hay un paso fundamental que no deberías saltarte: lavar y guardar correctamente tu nórdico o edredón.
Porque, aunque no lo veas, durante todo el invierno ese edredón que tanto te ha arropado ha acumulado polvo, células muertas, restos de sudor y, en muchos casos, ácaros. Guardarlo sin lavarlo o sin doblarlo bien puede acarrear sorpresas la próxima temporada. Y no, ninguna buena.
Así que respira, saca tiempo para mimar tu cama (que te ha dado noches de gloria), y apunta. Desde Primor, te damos los mejores trucos y consejos para lavar, secar y guardar tu nórdico como se merece. Porque una casa bien cuidada también es parte de tu bienestar.
Trucos y consejos para lavar el edredón y nórdico en casa
1/ ¿Se puede lavar el edredón en casa? Sí, pero con condiciones
Antes de nada, revisa bien la etiqueta del fabricante. Muchos edredones y nórdicos (tanto de plumas como sintéticos) pueden lavarse en casa, siempre que tu lavadora tenga suficiente capacidad.
Si decides hacerlo en casa, usa un programa para ropa delicada o prendas voluminosas, agua fría o como mucho a 30 ºC, y un detergente suave, sin suavizante, para no dañar el relleno. Y si es de plumas, añade unas pelotas de tenis limpias al tambor para que no se apelmace.
2/ El secado es tan importante como el lavado (o más)
Aquí no vale la prisa. Un edredón mal secado es terreno fértil para los hongos, y eso es justo lo que queremos evitar. La mejor opción es el secado en secadora con temperatura baja, también con pelotas para mantener el volumen del relleno.
Si no tienes secadora, extiéndelo en horizontal sobre un tendedero amplio, en una zona ventilada pero sin sol directo. Dale la vuelta cada pocas horas y asegúrate de que está 100% seco antes de guardarlo. Tócalo bien, sobre todo en las esquinas y costuras. Si queda algo de humedad, repite el proceso.
3/ Cómo doblarlo y guardarlo sin que sufra
Una vez esté limpio y seco, lo ideal es guardarlo en una bolsa de algodón o una funda de tela transpirable. Nada de bolsas de plástico herméticas: impiden que el tejido respire y pueden generar humedad.
Evita también los sitios húmedos o con cambios bruscos de temperatura. Lo mejor: un altillo de armario, una caja grande con tapa de tela o una funda nórdica limpia que no uses. Ah, y nunca guardes el edredón con peso encima: perderá su forma y volumen.
4/ Aromatízalo (opcional, pero muy recomendable)
¿Quieres abrir el armario en octubre y que huela a gloria? Añade dentro de la bolsa una bolsita de lavanda, eucalipto o un sobre aromático para textiles. Evita usar colonias o perfumes directamente sobre el edredón, especialmente si es de plumas. Mejor, elige aromas suaves y naturales que mantengan ese toque fresco sin apelmazar el tejido.
5/ No te olvides de las fundas y cojines
Ya que estás, aprovecha para lavar también fundas de cojines, colchas ligeras o mantitas. Así das un repaso general al textil del dormitorio y entras en la primavera con todo limpio, ordenado… y con aroma a nuevo.
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