Los dermocosméticos para las pieles secas poseen fórmulas sensibles, hipoalergénicas y ricas en lípidos especialmente diseñadas para devolver el confort a las pieles más deshidratadas. ¡Encuentra tus imprescindibles!
Los dermocosméticos para las pieles secas poseen fórmulas sensibles, hipoalergénicas y ricas en lípidos especialmente diseñadas para devolver el confort a las pieles más deshidratadas. ¡Encuentra tus imprescindibles!
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Una piel seca es una dermis pobre en lípidos y con tendencia a la deshidratación. Por tanto, necesita cuidados específicos que la ayuden a mantener su función de barrera y a preservar la hidratación que tanto necesita. Las pieles secas se caracterizan por tener una sensación de tirantez, tono apagado, tacto áspero, irritable, con rojeces e incluso puede presentar descamación.
A pesar de que la piel seca tiene menos imperfecciones, tiende a envejecer antes e hidratarla es fundamental para que el paso de los años no la castigue. Te explicamos cómo hacerlo:
El ácido láctico pertenece a la categoría de los alfahidroxiácidos, es decir, los AHA’s. Estos ácidos son más o menos potentes en función al tamaño de su molécula, la concentración, el pH de la fórmula final y su combinación. Tienen un efecto peeling que exfolia la piel, a la vez que funciona como antioxidante y estimula la producción de otros activos en la piel como el ácido hialurónico. Un ingrediente que, como ya sabemos todos, es fundamental para mantener la piel hidratada. Y por raro que pueda sonar, se ha convertido en el mejor amigo de las pieles secas. ¿La razón? Sus beneficios. Algunos de ellos son:
Ahora que ya sabes qué es lo que tu piel seca necesita, toma nota de las mejores cremas que mejorarán su aspecto de principio a fin.
La piel seca o xerosis es aquella que se caracteriza por tener un tacto áspero, sensación de picor, tirantez y presentar descamaciones. Esta afección se produce a causa de una falta de agua y lípidos en la epidermis (la capa externa de la piel). Una deficiencia que provoca que nuestra dermis no sea capaz de retener el agua por lo que acaba secándose y dando lugar a erupciones cutáneas.
La piel seca es mucho más común de lo que imaginamos. Para detectarla, tan solo tenemos que escuchar las sensaciones que experimenta nuestro cuerpo. Si notas tu dermis rugosa, tensa, incómoda y áspera probablemente tienes un problema de sequedad. En muchas ocasiones, estas molestias pueden ir acompañadas de picores o ardor. Dentro de la piel seca distinguimos tres estados: piel seca pasajera, xerosis preatópica y piel muy seca.
No es lo mismo hablar de una piel seca que de una deshidratada. Cuando nos referimos a dermis seca o muy seca se trata de un tipo de piel en particular. Esta condición es permanente y puede manifestarse tanto en el rostro como en el cuerpo causada por una falta de lípidos.
Una dermis deshidratada, en cambio, es una afección que puede afectar a cualquier tipo de piel en cualquier etapa de la vida. Es reversible y pasajera siempre que se trate de forma adecuada. Se manifiesta a través de una sensación de tirantez y picores.
Si adaptamos algunos hábitos a nuestro día a día podéis evitar la aparición de erupciones y mantener nuestra piel sana. Estos son algunos consejos para tratar la piel seca recomendados por dermatólogos:
Los expertos nos recomiendan acudir siempre a dermocosméticos adaptados a las necesidades de las pieles secas y deshidratadas. Nuestra dermis es el órgano más extenso del cuerpo y merece los mejores cuidados. Opta siempre por tratamientos desarrollados por dermatólogos y testados clínicamente que garanticen la máxima seguridad y eficacia.
Es importante que tengan fórmulas hipoalergénicas, enriquecidas con lípidos y respetuosas con tu tipo de piel. Además, se recomienda que sean cómodos y fáciles de aplicar para que puedas usarlos cada día.
Las pieles deshidratadas se caracterizan por manifestar incomodidad, tirantez y descamación. Estos síntomas son pasajeros siempre y cuando los tratemos de la forma adecuada. Los expertos nos recomiendan emplear dermocosméticos especializados en hidratar las pieles secas y deshidratadas. Es fundamental recordar que el tratamiento debe ser continuado para garantizar resultados. Y una vez que nuestra piel recupere su estado habitual hay que continuar cuidándose cada día para evitar que la deshidratación vuelva a manifestarse.